Una policíaca como depuración mental después de Cormac MacCarthy, una de esas no muy larga, fácil y que te lees rápido, y si son relatos cortos, mejor. Así que me lancé a la de este autor italiano con subinspector como protagonista. Inevitable pensar en Camillieri y Montalbano, esa intuición se ha visto confirmada rápidamente. Esta novela la conforman cinco relatos cortos, todos ellos tienen como protagonista al subinspector Rocco Schiavone. Todas de fácil lectura, escasa complicación, divertidas, muy adecuadas para el disfrute y poco propicias para el análisis en profundidad. Me lo he pasado bien, apenas he tardado dos días en leerla entera. El protagonista tiene su gracia, no le gusta mucho trabajar, no le gusta la disciplina y tiene cierto punto de mala leche asociado a cierto "colmillo afilado", ironía y humor algo despiadado. Nada nuevo en el género. Demasiadas conexiones fáciles con el personaje de Camillieri (más quisiera el escritor), tantas que, en momentos, sim