A veces leo libros y no sé porqué. Éste es uno de ellos. No sé si me llamó la atención el autor, el título, el argumento o la editorial. El hecho es que, después de comprarlo, hacía meses que estaba almacenado en mi libro electrónico, siempre quedaba relegado atrás por otro más reciente. Al final, sin ningún buen motivo salvo que estaba allí, lo he leído y ha sido una muy buena elección. Este escritor checo, hasta ahora para mí desconocido, relata en primera persona, como si fueran hechos cotidianos, acontecimientos terribles pero que a fuerza de resultar habituales, los propios protagonistas incorporan como normales, simplemente por instinto de supervivencia. La atmósfera, de forma progresiva, se va haciendo irrespirable, tan asfixiante es, que no sorprende que los afectados acepten su fatal destino, incluso la propia muerte como una liberación. La mayoría actúan como corderos que van siendo conducidos hacia el matadero, la mayoría de forma resignada, incluso molestos con los re...