La mayoría de las crónicas sobre esta novela la califican de policíaca, y lo es. Al finalizarla he tenido que volver a comprobar la fecha de nacimiento del escritor (1978 Liechtenstein) porque la descripción de la sociedad alemana de ese Berlin del siglo XIX me ha parecido sino admirable, como mínimo, creíble, y eso es francamente bueno y creo que la novela casi destaca más por ello que por su argumento. No obstante, no se dejen engañar por los que hablan de ecos de Balzac, Dickens o Zola porque se llevarán un mayúsculo desengaño. El estilo me ha recordado mucho a las obras policíacas de ese siglo (Wilkie Collins, por ejemplo, sin pretensión de compararlo). Eso demuestra que se trata de un escritor muy leído y la buena información es imprescindible para abordar una obra de época desde la perspectiva del ahora. El libro es breve y se agradece. Da gusto leerlo, la tensión narrativa se mantiene pese a que la investigación es obvia porque conocemos al asesino desde el inicio, pero el escr