Este es el cuarto de la saga de Harry Hole que leo, en orden de aparición el segundo. Ninguno de ellos ha llegado al nivel de "Petirrojo" pero todos tienen detalles interesantes. Lo principal en éste es que entretiene bien y se lee a gusto, pero no mucho más, parece un intermedio entre un interesante primer libro ("El murciélago") y el siguiente. De hecho, más bien es una continuación del primero. El autor no se ha matado mucho en idear la historia. De nuevo Harry Hole es enviado al extranjero a resolver un asesinato de un compatriota. En esa (estúpida) decisión las autoridades esperan que se comporte como un inútil, parece que no hayan leído el anterior libro en el que, de forma sorprendente (porque permanentemente está borracho), resuelva un crimen muy complejo. En éste sólo varía en que está permanentemente sobrio aunque la contraportada nos avisa de que es adicto a la vitamina B12. (Me pregunto quién será el que redacta estas estupideces, porque la citada vi...