Seguimos con obras de novela negra. Vuelvo tras mucho tiempo con Michael Connelly y Harry Bosch. Aprovecho para recomendarles la excelente serie de televisión "Bosch" protagonizada por Titus Welliver que, según mi criterio, lo hace tan bien que ya no puedo disociar la imagen mental del detective con la del actor.
Este relato recupera el hilo de la magnífica novela "El poeta", que no formaba parte de la saga de Bosch, y algunos personajes de "Deuda de sangre" y como ya es habitual en este autor, entrecruza los hilos vitales de los protagonistas para encontrarse en el futuro novelesco. En este caso, no aparece el periodista James McEvoy, pero sí lo hace la detective del FBI Rachel Walling ("El poeta") y de forma colateral Terry McCaleb ("Deuda de sangre"). El resultado final es excelente y deja con ganas de seguir con toda la obra del autor al que sigo desde sus primeras novelas allá por los noventa y debo haber leído al menos diez obras.
Obviamente, el haber seguido la serie de televisión añade al imaginario del lector un sinfín de detalles que ayudan a crear ese universo imaginario que es fundamental para que nos llegue a gustar una novela. Por otra parte, mi admiración por el escritor sigue intacta, la creación de los escenarios, la solidez de los personajes y la coherencia de la historia están muy cuidadas y consiguen dejarnos con ganas de saber más sobre sus vidas, más allá de la simple resolución de los casos. La biografía de los personajes no es de relleno (como le pasa a muchos escritores), tiene interés y pos si sola constituyen pilares fundamentales de la saga.
Poco más que decir de una obra y un autor absolutamente recomendables. Pónganse en ello, tienen mi bendición apostólica.
Benigno Fontes.
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