Animado después de leer a Mick Herron y para no repetir autor me decidí a experimentar con otro escritor publicado por la misma editorial. No siempre se tiene éxito cuando uno va en busca de una mina de metales (libros) preciosos y esta es mi impresión al finalizar la lectura, un buen rato inclinado con los pies dentro del río, cribando con el cedazo y ni una pepita del ansiado metal.
Este libro es claramente "serie B", lo cual resulta malo en lo literario pero no en cuanto a entretenimiento, porque esto es una obra claramente enfocada al consumidor de novelas como distracción, útil para dejar la mente en blanco durante unas horas y olvidarse de todos los problemas del entorno, para leer rápido sin fijarse en nada más que en la acción (bien descrita y usada).
La trama no es nada novedosa: Thomas Kell, un antiguo miembro del MI6 caído en desgracia, es requerido por sus antiguos jefes, para una investigación que debe ser llevada con máxima discreción y por miembros ajenos a la institución. Por supuesto, hay promesas de redención de su situación. A partir de ahí, una estructura muy clásica, viajes a diversos países, giros "inesperados" de los acontecimientos y final más o menos feliz. Nada que me haya sorprendido y con acontecimientos fácilmente predecibles.
Agradable, entretenida y poco original. Apta como guión de serie o película de sobremesa. Puedes hacer un rato la siesta y no pierdes el hilo y al final tienes sensaciones placenteras. ¿Se puede pedir más? Sí, pero uno no está hoy para exigencias.
Benigno F.
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