Ha pasado el verano y una buena parte de él lo he dedicado a la lectura. Un poco de todo: ciencia ficción, policíaca, novela victoriana. Aquí presento un resumen de mis impresiones.
Materia Oscura - Blake Crouch
Mucha expectación por esta novela de ciencia ficción en la que se entremezclan la física cuántica y los viajes por el multiverso. La primera parte es excelente pero poco a poco se va haciendo repetitiva en la parte central para volver a elevarse algo hacia el final, aunque la resolución no me ha acabado de convencer. El autor consigue su propósito y nos mantiene encadenados a la historia y a la espera angustiosa de su desenlace. Digna, interesante y olvidable.
La serpiente de Essex - Sarah Perry
Una vuelta a la derecha al potenciómetro literario con esta novela ambientada a finales del siglo XIX en Inglaterra, en la que se entremezclan historias de amor, supersticiones populares, avances científicos y médicos. He de reconocer que al principio me ha costado y que estuve a punto de dejarla, me aburría, parecía no entrar en profundidades, se dedicaba a dar vueltas sobre las mismas cosas y encima era larga (más de 400 páginas). Por suerte, me resistí y perseveré y el resultado final ha sido bastante satisfactorio y estoy seguro que si mis expectativas no hubieran sido tan altas, seguramente la habría calificado como sobresaliente.
El gabinete de los ocultistas - Armin Öhri
Gracias a mi hermano cayó en mis manos el segundo caso de Julius Bentheim. Me había quedado con ganas de saber qué les pasaba a los protagonistas tras la lectura de "La musa oscura" y no desperdicié la oportunidad de leer la continuación.
A mí me ha parecido superior a la primera novela. Más completa, aunque la trama policíaca no es tan perfecta, y casi aparece de forma secundaria, pero los personajes van ganado espacio y la ambientación es extraordinaria, consigue transportar al lector a la época, todo aparece en la imaginación de forma casi perfecta y, al fin y al cabo, la lectura muchas veces es eso: vivir otras vidas y viajar sin moverse del sillón. Habrá que leer la tercera.
PD: Parece que este verano me ha dado por el siglo XIX (En este caso es Prusia).
El mundo en que vivimos - Anthony Trollope
Sin lugar a dudas, esta es la mejor novela del verano. Me ha hecho sentir cosas, frecuentemente me he enfadado con los personajes y las situaciones (nunca con el autor). Ambientada en Londres a finales del siglo XIX, retrata la podredumbre y falsedad de esa sociedad, pero no nos resulta difícil trasladar todo eso a nuestra época y percatarnos de qué poco ha cambiado el mundo en estos ciento cincuenta años. Pese a ello, el autor intenta darnos alguna esperanza y para no sumirnos en el pesimismo de su ácida visión crítica del mundo de los negocios, la política y la aristocracia, algunos personajes demuestran bondad y honorabilidad y los peores acaban castigados por sus actos. Ya sabemos que no siempre es así, pero esos buenos finales son para conformarnos, no para engañarnos. No tengo dudas en calificarla como una de las mejores lecturas de este año.
No se olviden de "pinchar" esta bonita versión del clásico de Dylan que aparece en la banda sonora de la emocionante pelícual "Captain Fantastic".
Benigno F.
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