Bueno, al fin he acabado esta interminable saga y la finalizo con un sabor más amargo que dulce. Seguramente echaré de menos por unos días a algunos personajes, aquellos más perfilados, con mayor continuidad y más dotados de épica. Pero reconozco que la he finalizado solo por orgullo, por intentar entender al final de qué iba todo esto. La saga resulta excesiva, delirante, muy difícil de seguir, con cientos (igual son miles) de personajes, demasiados nombres parecidos, demasiadas frases trascendentes y pensamientos rebuscados de personajes secundarios. El autor, por momentos, nos larga una moralina absolutamente innecesaria, intenta de forma constante soltar frases lapidarias que, al final, solo son de esas vacías que sirven para adornar tazas de regalo. En definitiva, demasiado largo todo, mucho relleno innecesario. Las descripciones son excesivas, frecuentemente incomprensibles. Los escenarios simultáneos están mal separados. El autor salta de un personaje a otro y de escenari...