La ira, el odio, el enfado se han transformado mucho en los últimos años, especialmente en el modo de manifestarlos. Son numerosos los airados que ocultan su cólera en persona de forma hipócrita pero la muestran en cuanto no son observados. Muchos son individuos aparentemente tranquilos y simpáticos que escupen culebras y víboras por ejemplo en las redes sociales. ¿Os habéis fijado la de gente que las utiliza para quejarse? Muchas veces esa queja se origina en supuestas noticias, a menudo en difamación infame. Las ofensas ya no se resuelven en duelos, como mucho se acude a los tribunales (algo es algo), habitualmente los enemigos nunca son declarados y casi siempre se espera la ocasión para la fría venganza y si es posible sin dar la cara, se tira la piedra y se esconde la mano. Se ofende a distancia, por teléfono o "whatsapp". Las guerras ya no se hacen cara a cara, se mandan bombas "inteligentes" desde la distancia o se usan bombas "imbéciles" (human...