Vaya por delante mi admiración hacia Santiago Posteguillo por haberse pegado la "panzada" de documentación histórica necesaria para poder escribir esta trilogía. El hombre ha trabajado muy en serio, seguramente durante bastante tiempo, para documentarse, o se ha rodeado de un excelente equipo para ello. Así los datos históricos sobre los que se basa esta tripleta de novelas parecen (porque no me he molestado en consultarlos) bien fundados, coherentes y, es posible, que hagan la delicia de todos aquellos a los que les encanta la historia novelada, que no es lo mismo que una novela histórica. Supongo que él pensaba que simplemente inventándose unos personajes de adorno, ese gran esfuerzo bibliográfico se convertiría por arte de magia de "historia" en "novela". Supongo que por eso, en numerosos capítulos, reintroduce al lector en la situación con varias páginas, retrocediendo en el relato a acontecimientos anteriores (como si fuera un profesor que recapit...