Este mes de Junio lo he aprovechado para mi caminata anual y para leer. La cosecha ha sido abundante y ha habido un poco de todo, sobre todo, novela negra.
Vamos con un resumen.
1. Elantris - Brandon Sanderson.
Mucha fama tiene esta primera novela de este autor de novela fantástica. Seré breve. No pierdan el tiempo, cualquier cosa que lean sobre ella, que si obra maestra, que si rompe las reglas de la fantasía clásica, bla, bla, bla. Pasable, previsible, lenta, frecuentemente aburrida. Recomendable para adolescentes iniciándose en tener criterio. Abstenerse personas formadas y con gusto exquisito.
2. Huesos en el valle - Tom Bouman.
Calificada como "Country noir" en estado puro. En palabras de Kiko Amat (primera vez que oigo hablar de él): "es una literatura dura y firme y proletaria, donde el lugar lo es todo, van mal dadas para todo el mundo y las cosas se llevan a su lógica consecuencia (generalmente calamitosa). Hay una sensación de predestinación terrible en las historias. Un ambiente volátil, como cuando está a punto de estallar una pelea». Y exactamente eso es lo que nos ofrece esta novela, una inmersión a pulmón libre en la cara."
Es que me parto con las cosas que escribe la gente (cobrando, supongo) sobre algunas novelas. Lenta, con una trama que nunca llega a meterte totalmente, repleta de detalles accesorios (que si la caza del ciervo, que si el folk irlandés, que la cosa ecológica), más parece la presentación biográfica del personaje protagonista que una novela de verdad. Se deja leer, poco más.
3. Bobby March vivirá para siempre. Muerte en Abril - Alan Parks.
Señores, aquí hay escritor, hay personajes, hay trama, hay ambiente, pocas cosas superfluas. En definitiva, hay evolución. Las dos primeras novelas de esta saga me interesaron, me resultaron entretenidas sin llegar a ser redondas. Estas dos elevan progresivamente el nivel, los personajes cada vez son más potentes, la narrativa no es repetitiva, entretiene, absorbe y te deja con ganas de más. No lo vamos a calificar como literatura para el Nobel, pero visto lo que se elogia hoy en día, este autor y estos personajes los podemos poner en la primera fila de los interesantes. Sigo viéndole oquedades importantes a Harry McCoy (demasiados vicios, demasiados traumatismos y excesiva eficiencia) al que se le ocurren las soluciones tras frotarse la nariz como a "Wickie el Vikingo", pero permite dar un saltito de alegría y entrechocar los talones y decir con la boca pequeña: "Estoy entusiasmado". Seguiremos con él porque entreteje de forma excelente todos los hilos de sus historias.
Les dejo que tengo que volver a trabajar y en algún ratito suelto leer y escuchar algo de música. No se pierdan la canción que es para emocionar a todos los públicos.
Benigno F.
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