Una novela detectivesca con un médico por protagonista. Nada novedoso aparentemente.
Es curioso como la profesión de médico ha sido asociada con mucha frecuencia con la resolución de misterios. Debe ser por las labores de diagnóstico que aunque a muchos les parezcan milagrosas, se suelen reducir a la acumulación de pruebas, a la deducción y a la aplicación de sentido común salpicada con algo de conocimiento.
La novedad de esta novela es que su protagonista es médico forense (¡Oiga, que eso tampoco es nuevo!) pero ya entrado en años (72) y sin apenas conocimientos de la especialidad. De hecho, ejerce contra su voluntad obligado por el gobierno comunista de Laos. Pocos medios, pocas ganas y muchas dificultades. Para postre tiene visiones con sus "clientes", tiene algunos remordimientos y tiene el "poco afortunado nombre" de Siri Paiboun (por eso del asistente virtual de Apple).
Obviamente es el inicio de una "saga" y reconozco que la inicié por curiosidad, no esperando nada y resulta que gracias a la ambientación y a algunos elementos originales, el autor y su personaje han acabado convenciéndome. Nuestro protagonista no hace nada espectacular salvo ser insistente. Los casos son bastante obvios, pero el escritor nos conduce de forma adecuada hacia las soluciones y su descripción de la situación desencadenada por el régimen resulta interesante. Todos los hilos están perfectamente engarzados hasta la resolución final.
En definitiva: destacable entre tanta nadería, cosas excepcionales y giros inesperados. Tampoco esperen nada del otro jueves. Solo sirve para entretenerse.
Benigno F.
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