Durante el confinamiento leí la primera parte de esta trilogía. No me pareció mal. Entretenida, buena tensión argumental y algunos personajes interesantes. ¡Qué bueno hubiera sido que el autor hubiera dejado la cosa así! Pero hay que seguir, hay que estrujar al máximo las buenas ideas y obtener unos buenos dineros.
Por eso, el conjunto de la obra es endeble, va perdiendo consistencia, se va diluyendo desde el inicio de la segunda parte hasta el final de la tercera, que uno acaba casi aburrido, saltándose párrafos, incluso capítulos enteros, porque (sobre todo la tercera) está repleta de relleno.
Nada, simple vacío, palabras huecas, sentencias sacadas de "galletas de la suerte" de restaurante chino. Todo ello innecesario, sólo para aumentar el número de páginas y vender a mejor precio.
La obra se salva un poco por la ambientación, por algunos personajes potentes y por algunas partes del argumento con buen trabajo. Se lee con una facilidad y velocidad supersónica (apenas dos/tres días para cada libro). Engancha, pero también enganchan las drogas y no son buenas. Un simple entretenimiento que no pasará a la historia de la literatura como obra maestra.
Pero si quieren entretenerse sin darle mucho a la cabeza, sin que les entren preocupaciones vitales, sin mirar como alrededor las cosas se desmoronan, pueden probar con este analgésico/antidepresivo/sedante/hipnótico que no deja resaca y de digestión ligera.
Benigno F.
PD: Seguro que les da mucho más que pensar esta canción de Rafael Berrio. Corta y de filo afilado.
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