Van dos por el precio de una. La primera (tercera de la serie de Eladio Monroy) la leí hace unos meses y se quedó como borrador, porque me pareció el culmen de las historias de este marinero jubilado (con un poco de trampa), metido a detective, y pensé en leer el resto y hacer una reseña coral. Entre ayer por la tarde y esta madrugada (porque me he despertado a las cinco) me he merendado la segunda y , al acabarla, he pensado que, igual que el escritor se tomó cinco años entre la cuarta y la quinta, yo merecía un descanso. Vamos por partes, "Los tipos duros no leen poesía" es excelente, empieza por el final, porque nuesrtro héroe se desangra en un chalet (no me da la gana llamarlo "chalé") y mientras está en ese trance, relata para la posteridad lo sucedido. El caso es bien sencillo, solo se trata de recuperar un objeto apreciado de la casa de la amante de un empresario fallecido, pero las cosas se van enredando y como Monroy se obceca fácil y es un poco (o del to...