La verdad es que después de acabar esta novela, no tengo clara mi opinión. Sobre todo porque no acabo de entender el mensaje que pretende transmitir la autora... probablemente es porque no lo hay y se trata de un simple ejercicio de descripción. Pero no de descripción paisajística (de la que carece bastante. Tampoco la precisa), se trata de descripción de trastornos, de desórdenes (sobre todo mentales), porque esta historia es la de un trastornado o de muchos y yo me siento capaz de identificarlos a todos, pero no consigo etiquetarles ninguno de los diagnósticos adecuados. Ninguno de los personajes tiene ni gota de coherencia, son todos ellos totalmente delirantes, excesivos, desmedidos y eso se transmite de forma constante a la acción que resulta vertiginosa, de locura, tan acelerada y original que acaba perdiendo credibilidad. Ninguno parece sano pero ¿quién puede acreditarlo hoy en día?
La misma credibilidad y coherencia que le falta a algunos de los personajes, especialmente en lo referente a su pasado, afecta a la acción. Aún así, muchos de los hechos relatados podrían ser perfectamente ciertos aisladamente, pero no en su conjunto. La historia comienza como un mazazo, con una serie de golpes de contundencia trágica, pero poco a poco va girando hacia lo intrigante, lo trascendente, a lo humorístico e incluso finalmente a lo bobalicón. Justo eso es lo que hace perder cohesión al conjunto. La autora parece no acabar de tenerlo claro. No sé si me enfrento a una obra humorística y crítica con los modos sociales actuales o a una sucesión de pequeñas historias enlazadas cada una con su entidad, trágica, cómica o simplemente dramática. La culpa básicamente está en el final, acaba como las películas americanas clásicas (algunas de ellas malas), con un final coral que induce y ayuda a seguir viviendo, que lo pinta todo de bonito, con esos colores que uno sabe perfectamente que están tapando de momento el gris horrendo del fondo. De hecho ese final da la sensación que la autora lo utiliza para pedirnos perdón por todo lo malo que nos ha desvelado y de lo que incluso se ha mofado con bastante mala uva. Como si hubiera cometido una trastada infantil y mostrara arrepentimiento y ya saben ustedes "Excusatio non petita, accusatio manifesta"
Pese a todo, la acción te sumerge te aisla como si estuvieras buceando en el agua, te hace perder la noción del tiempo (he estado a punto de pasarme la parada del autobús un sinfín de veces). Me ha mantenido totalmente enganchado.
Lo mejor: Engancha. La acción es original. La ácida crítica de nuestra sociedad. La lectura de los mensajes al móvil a una persona muerta. ¿Os habéis fijado? Alguien se va y queda su móvil, quedan sus mensajes en el Whatsapp e incluso su facebook abierto como un altar donde escribir algo.
Lo peor: La falta de decisión de la autora en el final. La extensión, es excesiva, le sobran como mínimo cien páginas. Algunos errores de traducción/transcripción del texto.
Una frase: "Nos retiramos al sofá y vemos más televisión y yo me paro a pensar que ahora comprendo la utilidad perfecta de la tele: ofrece a personas que no tienen nada en común la oportunidad de hacer algo juntas y de hablar al respecto: nos proporciona un territorio conocido." Lo de la repetición de los "dos puntos" es tal cual sale en el texto.
"Hay por ahí un mundo tan nuevo, tan aleatorio, tan desvinculado que nos pone en peligro a todos."
Puntuación: 7/10.
Benigno F.
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