La gente anda muy preopcupada con la libertad de expresión y sus límites.
Unos políticos se quejan de que otros han monopolizado una fiesta y que por eso no van, porque si van les pitan. Esos mismos políticos sonríen con sorna cuando a los del otro signo los abuchean en otras fiestas (organizadas por ellos). Unos ven bien eso que llaman "escraches" (yo les llamaría acoso), lo ven como una manifestación simpática y graciosa porque los que atosigan se lo pasan de miedo mientras otros pasan miedo.
Otros se escandalizan porque una pareja copula en un andén de metro y acusan a los políticos de turno por ello. ¡Como si fuera el primer polvo que se echa en el metro! Lo gracioso es que otros apelan a la libertad (¿de expresión?) sexual. La realidad es que es un simple tema de educación, de modales y, sobre todo, de respeto. Esa misma falta de respeto que demuestran los que jalean o filman el acontecimiento.
Es que lo del sexo para algunos es arte. En una reciente exposición de arte moderno una "artista" (obviamente progresista) presentaba un video donde aparecía amancebada con un marchante. Muchos lo defendían con denuedo. Al que no le guste que no mire y punto. No van desencaminados. Los que acuden a ese muestrario van avisados y lo hacen (esos sí) ejerciendo su libertad... No como otros. Y la que se expone al visionado malicioso, se arriesga al escarnio sabiéndolo. Aunque se empeñen, no es lo mismo que mostrar a una persona conocida en determinada actitud (procaz). Eso es una burla y no tiene nada de artístico, salvo que sea un retrato consentido.
Es tan sencillo como que si yo me burlo de un cojo (o de un ciego) me mantean (con razón) o si un profesor se mofa de las contestaciones de sus estudiantes corre un serio riesgo. En cambio los estudiantes pueden canalizar sus muestras de desprecio hacia los profesores (con nombres y apellidos) en una página web con toda tranquilidad (se expresan).
No es libertad de expresión, se trata de buena educación (¡Estúpido!). Pero claro, eso no se lleva, no es moderno, parece de derechas o de chicos buenos. Por eso parece normal que alguien con bata coma un bocadillo dentro de un ascensor, parece que lo hace para apresurarse a atender a los enfermos... ¡Mentira! En realidad es que llega tarde y es incapaz de aguantar un rato sin comer (o sin mear). "Por favor" y "Gracias" (o "Disculpa") se sustituyen fácilmente por "Tengo derecho" o "Me lo merezco".
Igual que algunos actores alaban la sátira y se exhiben retando a los jueces a que los detengan como a ciertos titiriteros (Saben que no van a hacerlo). Chulean desde una posición alta y alejada del riesgo. El problema es que de eso se rien unos pocos, no todos. No se hace con intención de crítica sino de posicionamiento. No hay voluntad de mejora ni elevados sentimientos solo de chuleo. En la intención (mala) es donde se diferencia la sátira de la mofa.
¿Dónde está el límite? Porque sí que hay límites digan lo que digan unos y otros. La frontera se llama respeto.
Echo de menos a Gila y a veces también a Rubianes.
Benigno F.
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