Un superventas, un
escritor polivalente: literatura infantil, cómic, novela fantástica. Una
novela premiada hasta tres veces. Ideal para destripar, pensé, seguro
que le encuentro defectos, igual no sabe escribir, seguro que los
premios se los han regalado... Un buen editor, un representante hábil,
el tema escogido con cuidado. Y yo sin ganas de pensar mucho, con muchas
ganas de evadirme. Me pongo con ello con ahínco.
Así de
entrada me reconcilia con el estilo fantástico después del fracaso con
Mieville (¡Huy que susto! Sólo mencionarlo me vuelve el asco). El
planteamiento es perfecto de inicio, el nombre del protagonista (Sombra)
ideal, los juegos con las fechas, días y nombres de dioses
excelentemente conjugados. Añádele una banda sonora, algunas frases
lapidarias, y unas pizcas de literatura de carretera y ya vas lanzado,
apetece devorarlo. La intensidad va subiendo hasta más allá de la mitad
del libro, pero a medida que se acerca el desenlace abundan los tópicos,
disminuyen las frases y reflexiones ingeniosas sustituidas por el
vértigo de la historia, los nudos se deshacen fácil, el final parece
casi feliz, no hay sorpresas interesantes. Lo del asesino en serie me
sobra, algunas historias están injertadas y claro los árboles se ven
raros y los frutos son caprichosos. Ya sabemos que los dioses son
a veces crueles, aquí son incluso excesivamente mundanos.
El autor añade epílogo, entrevista
consigo mismo, del protagonista con Jesucristo (por suerte la suprimió
del texto aunque no está mal como idea para un cuento), propósito de
enmienda y acto de contrición... Vamos que también se ha dado cuenta de su exceso.
Un
buen escritor malogrado por la economía, las mansiones victorianas y
seguramente una buena hipoteca. Sabe escribir, tiene ideas, pero no
remata en obra maestra, por momentos, sólo por momentos, en algunos
fragmentos esa obra casi se gesta. Creo que lo leeré en cómic, estoy
seguro que se le da de lujo el relato corto. Pese mis peros, se lee bien, resulta agradable,
vale la pena, algo de ella probablemente permanezca. He pasado buenos
momentos y por la mañana tenía ganas de volver a su lectura, pero al acabarla
he tenido la sensación de que era sólo por ganas de algo de gimnasia
mental sencilla sin gran esfuerzo sentimental.
Lo
mejor: Algunas frases prestadas. Las sugerencias de banda sonora (podrían ser mejores pero se agradece el esfuerzo). Algunos dioses son grandes personajes. Laura, la esposa del
protagonista la más extrañamente terrena, su relación de pareja de lo
más interesante de la novela. Sombra se hace simpático, nada tétrico,
incluso demasiado bonachón para la historia. Algunas frases han quedado
angulosamente marcadas. "De ningún hombre cabe decir que ha sido feliz
hasta que ha muerto." "Había oído a demasiada gente aconsejando a otros
que no reprimieran sus sentimientos, que dieran rienda suelta a sus
emociones y se desprendieran del dolor. Sombra pensó que había mucho que
decir sobre la represión de las emociones. Sí uno lleva mucho tiempo
haciéndolo y lo hace bien, pensaba, al final acaba por no sentir nada."
Touché. Que me ha costado menos de diez euros y eso que podía haberla pirateado.
Lo
peor: que queda claro su propósito de best seller, que está diseñada
para la venta. Demasiado extensa, le sobran más de cien páginas. El
final deja indiferente por no decir que no va en consonancia con la gran
calidad de los inicios.
Puntuación: 6/10
Comentarios
Publicar un comentario