Todo lo bueno que se haya dicho de esta novela lo suscribo sin duda. Tenía mis dudas después de leer "El pato mexicano" del mismo autor y con el mismo protagonista. En ese caso, me pareció demasiado violenta y con demasiado alcohol. Lo del alcohol se repite en esta obra, es una manía recurrente de los escritores de novela negra. A mí se me hace difícil darle credibilidad a un personaje que no para de beber y pese a ello es capaz de razonar y actuar de forma adecuada. Pese a ello, el argumento, la tensión narrativa, la violencia en su medida justa y los giros de argumento de esta historia, compensan perfectamente ese defecto.
La historia es recurrente en este género: Un detective inicia una búsqueda aparentemente irrelevante y ese camino, aparentemente simple, se llena de curvas peligrosas. Aquí, el autor no recurre a la violencia gratuita sino a la tensión narrativa y ahí es cuando nos da de lleno en el centro y construye una obra magnífica, justa en su extensión y perfecta en su conclusión. Una obra tras la que cualquier escritor se podría retirar, no volver a escribir, de forma totalmente justificada. Es muy difícil volver a un nivel tan elevado. La voy a guardar en un sitio destacado de mi biblioteca, lo merece.
Benigno F.
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