Leí "Libertad" hace unos años. El autor venía precedido de fama pero no me sentí especialmente impresionado. Me gustó, la encontré original, bien escrita, entretenida, incluso divertida. Tengo buen recuerdo de ella. Cuando salió su nueva novela: "Pureza", no consideré imprescindible su lectura, muchos entendidos se mostraban decepcionados, otros insistían en su maestría, todos coincidían en que la obra de referencia de este escritor era "Las correcciones". Estaba en edición de bolsillo así que fue muy fácil decidirme por ella.
Al acabarla solo tengo dos quejas: la encuadernación (se me han desmontado las cien primeras páginas por algo sólo achacable a la falta de calidad) y algunos detalles de la traducción (el traductor podría haberse molestado en averiguar lo que es la "Demencia de Cuerpos de Lewy" y no haberla traducido de forma penosa por "demencia Lewy Body", también podría haberse hecho menos el "culto" utilizando el término "flector" en lugar de "flexor", lo he buscado en el diccionario incluso para comprobar que es correcto.
Por lo demás, éstas son todas mis objeciones (correcciones), el resto está muy (pero muy) por encima de la media. Exagero un poco (quizás) al decir que es una de las obras maestras del siglo XXI (igual no), pero me he quedado con esa conclusión final porque el autor da en el clavo constantemente, cada vez que martillea acierta y no falla ni un golpe, todo lo escrito dentro de cien años seguirá vigente y (para mí) eso es lo común a todas las obras maestras.
Lo escrito da risa y da pena, sobre todo esta última, porque nos muestra en un espejo una realidad incómoda, escarba en los fundamentos de nuestra sociedad y nos demuestra que son endebles, que están sobre mal terreno y eso, tarde o temprano, tendrá serias consecuencias.
El autor escarba en los pensamientos de los personajes y les hace verbalizarlos y en consecuencia hacernos reflexionar sobre ellos, sobre la vida real, no esa inventada que aparentemente vivimos hasta que nos equivocamos de pasillo y nos topamos con todo lo cierto. Los personajes son sólidos hasta en el menor detalle, todo tiene explicación y no hay fisuras, es tan coherente que está claro que se fundamenta en las incoherencias propias del comportamiento humano sano y enfermo (en este último se luce especialmente y no me refiero a la mente sino al cuerpo enfermo).
El libro es largo pero no pierde intensidad en ningún momento, es espeso pero agradable como un buen abrigo en el invierno. Hay que leerlo y quizás después marcharse a un sitio lejano en el que sólo hayan libros y campos.
El escritor, si quiere (por mí) puede no escribir nada más (aunque ya lo ha hecho), pero si lo nuevo tiene sólo la mitad de calidad de este libro, ha cumplido más que de sobra y puede retirarse a descansar con absoluta tranquilidad.
Creo que se me entiende perfectamente.
"La extraña verdad, en lo que a Alfred respectaba, era que el amor para él, no consistía en acercarse, sino en mantenerse alejado."
Benigno F.
Al acabarla solo tengo dos quejas: la encuadernación (se me han desmontado las cien primeras páginas por algo sólo achacable a la falta de calidad) y algunos detalles de la traducción (el traductor podría haberse molestado en averiguar lo que es la "Demencia de Cuerpos de Lewy" y no haberla traducido de forma penosa por "demencia Lewy Body", también podría haberse hecho menos el "culto" utilizando el término "flector" en lugar de "flexor", lo he buscado en el diccionario incluso para comprobar que es correcto.
Por lo demás, éstas son todas mis objeciones (correcciones), el resto está muy (pero muy) por encima de la media. Exagero un poco (quizás) al decir que es una de las obras maestras del siglo XXI (igual no), pero me he quedado con esa conclusión final porque el autor da en el clavo constantemente, cada vez que martillea acierta y no falla ni un golpe, todo lo escrito dentro de cien años seguirá vigente y (para mí) eso es lo común a todas las obras maestras.
Lo escrito da risa y da pena, sobre todo esta última, porque nos muestra en un espejo una realidad incómoda, escarba en los fundamentos de nuestra sociedad y nos demuestra que son endebles, que están sobre mal terreno y eso, tarde o temprano, tendrá serias consecuencias.
El autor escarba en los pensamientos de los personajes y les hace verbalizarlos y en consecuencia hacernos reflexionar sobre ellos, sobre la vida real, no esa inventada que aparentemente vivimos hasta que nos equivocamos de pasillo y nos topamos con todo lo cierto. Los personajes son sólidos hasta en el menor detalle, todo tiene explicación y no hay fisuras, es tan coherente que está claro que se fundamenta en las incoherencias propias del comportamiento humano sano y enfermo (en este último se luce especialmente y no me refiero a la mente sino al cuerpo enfermo).
El libro es largo pero no pierde intensidad en ningún momento, es espeso pero agradable como un buen abrigo en el invierno. Hay que leerlo y quizás después marcharse a un sitio lejano en el que sólo hayan libros y campos.
El escritor, si quiere (por mí) puede no escribir nada más (aunque ya lo ha hecho), pero si lo nuevo tiene sólo la mitad de calidad de este libro, ha cumplido más que de sobra y puede retirarse a descansar con absoluta tranquilidad.
Creo que se me entiende perfectamente.
"La extraña verdad, en lo que a Alfred respectaba, era que el amor para él, no consistía en acercarse, sino en mantenerse alejado."
Benigno F.
Es un libro que tengo pendiente; sé que debo animarme.
ResponderEliminarLa canción es fantástica.
Gracias