Este escritor tiene una muy buena reputación. Ha sido calificado como maestro de otros autores consagrados. Y eso es un gran halago. De los maestros muchas veces no conocemos ni el nombre, solo notamos su influencia y éste parece ser el caso.
Esta obra es una recopilación de historias de los habitantes de un pequeño pueblo americano unidos por el hilo conductor del reportero del periódico, un jovencito que se está asomando a su propia vida viendo la de los demás.
En realidad (para mí) se trata de un relato autobiográfico. El autor querría hablar de si mismo pero no se atreve. Lo hace desde la periferia, no desde el centro, se hace el observador, pero en realidad deja constantemente una segunda historia en la trastienda.
Su mirada se extiende desde abajo en ascenso, cuesta arriba, intentando llegar a la cima de la madurez, convencido de que vale la pena el esfuerzo sólo por ver el valle que hay abajo. Por eso, pese a lo real, cercano e incluso crudo de algunas historias, siempre hay un tono esperanzado y amable flotando.
Está escrito antes de iniciar el descenso, antes de quedar rodeado por los peligros de los bosques de la vida, antes de darse cuenta de que en realidad, no queremos ir cuesta abajo.
Una frase: "El amor es como un viento que agita la hierba en una noche oscura. No debe usted de tratar en convertirlo en algo definido. Es un accidente divino que ocurre a veces en la vida. Si trata usted de definirlo y tenerlo por seguro y de vivir bajo los árboles donde sopla la suave brisa nocturna, llegará enseguida el largo día del desengaño y la seca polvareda que levantan los carros cubrirá los labios inflamados por los besos."
Puntuación 7/10.
Benigno F.
Esta obra es una recopilación de historias de los habitantes de un pequeño pueblo americano unidos por el hilo conductor del reportero del periódico, un jovencito que se está asomando a su propia vida viendo la de los demás.
En realidad (para mí) se trata de un relato autobiográfico. El autor querría hablar de si mismo pero no se atreve. Lo hace desde la periferia, no desde el centro, se hace el observador, pero en realidad deja constantemente una segunda historia en la trastienda.
Su mirada se extiende desde abajo en ascenso, cuesta arriba, intentando llegar a la cima de la madurez, convencido de que vale la pena el esfuerzo sólo por ver el valle que hay abajo. Por eso, pese a lo real, cercano e incluso crudo de algunas historias, siempre hay un tono esperanzado y amable flotando.
Está escrito antes de iniciar el descenso, antes de quedar rodeado por los peligros de los bosques de la vida, antes de darse cuenta de que en realidad, no queremos ir cuesta abajo.
Una frase: "El amor es como un viento que agita la hierba en una noche oscura. No debe usted de tratar en convertirlo en algo definido. Es un accidente divino que ocurre a veces en la vida. Si trata usted de definirlo y tenerlo por seguro y de vivir bajo los árboles donde sopla la suave brisa nocturna, llegará enseguida el largo día del desengaño y la seca polvareda que levantan los carros cubrirá los labios inflamados por los besos."
Puntuación 7/10.
Benigno F.
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