No me gusta el verano. No me gusta la playa. No me gustan los turistas.
Por eso, cuando llega Agosto, me encierro en casa, me paso el día en calzoncillos blancos estilo "pelendras" (así lo decían en mi casa, pero el diccionario aclara que es "pelendre" o "pelandrán". Siendo sinónimos: badanas, baldreo, bandallo, fargallón, torgallo, zalapastrán y zampallán. ¡Tomen nota señores y señoras!). No salgo a la calle más que para lo imprescindbile y mi única actividad (como me falta energía sexual para dedicarme sólo a tocamientos impuros) es leer hasta las etiquetas de la ropa.
Esta primera quincena de mes me he tragado sin pestañear seis libros. Como me va a costar hacer la reseña de todos y cada uno de ellos, les voy a dedicar un breve resumen y me explayaré próximamente con algunos de ellos.
"El lémur" de Benjamin Black. Una novela negra escrita por el alter ego del recientemente premiado John Banville. Sinceramente, el que un escritor con prestigio y catalogado como serio, se dedique a escribir novela negra con otro nombre me gusta. Eso indica ganas de expresarse de forma diferente a la habitual, de ejercitarse en recorridos diferentes a los habitualmente laureados. De hecho lo que he leído de este autor no me ha acabado de convencer del todo. Escribe magnífico pero no me acababa de llegar. En esta novela lo he visto cruzar la meta colocado entre los primeros. Deja claro porqué los buenos escritores de novela negra son de gran calidad.
La historia nos habla de como se diluye el amor con el tiempo y de la vergüenza y tristeza que nos da perderlo. Habla de miradas lánguidas y pies fríos arrimados bajo una mesa. Presenta a un hombre apocado, asustado con el paso del tiempo, parece poco creíble que esté con unas mujeres con estilo fuerza e independencia que evidentemente no le necesitan. Luego se transforma, despierta y tiene un ataque de valentía que en realidad solo le va a hacer salir perdiendo.
Es
una historia pequeña porque el autor ha tenido la habilidad de hacer
los pliegues de unos planos inmensos pero muy bien definidos. Dignisimo final nada de violencia no siempre la precisan los escritos de misterio.
Me he comprado otra de Benjamin Black a la que haré lo honores con un comentario completo en cuanto la lea.
Una frase: "En instantes como ése, a la luz furtiva de las velas, la tristeza que sentía ante la desaparición del amor que por ella tuvo se tornaba desoladora".
Puntuación: 8/10
"Frankenstein desencadenado" Brian W Aldiss. La tenía leída a medias de un viaje en avión. El autor se plantea el reto de usar los personajes de Mary Shelley, y a la propia autora y a sus compañeros para encajarlos en una historia de agujeros en el tiempo que entremezcla el pasado con un supuesto futuro. Falla estrepitosamente. Prescindible. Ni lo intentéis.
Puntuación: 4/10
"La insoportable levedad del ser" Milan Kundera. A ésta le tenía ganas. La empecé hace años (cuando salió) y la abandoné afectado de empacho de palabras. Una empanada mental que me impedía tomar el hilo del argumento. Lo volví a intentar varias veces con el mismo resultado. Me daba pereza. Cada vez que oía hablar de ella rememoraba ese gusto empalagoso. Todo el mundo daba por supuesto en las tertulias que yo la había leído y he sido interrogado varias veces sobre ello. Por supuesto... He mentido al no reconocerlo. He dado mi opinión de forma general como hace un pitoniso al ser consultado o como cuando, para ligarte a una desconocida, te haces el psicoanalista.
Ahora ya puedo opinar. Me ha gustado su lectura, incluso la he disfrutado, pero (siempre hay un pero) con el paso de los días, me ha ido invadiendo la sensación de que era un producto no natural, manufacturado cuidadosamente para dar sensación de obra maestra. Básicamente dudo que la mayoría de los humanos reflexionen sobre sus actos de la manera que hacen los protagonistas, que en realidad son manipulados para transmitirnos pensamientos del autor. La novela emociona más por estar emocionado que por los mensajes.
Una frase: No puedo, no me atrevo, está lleno de citas. Algunas extraordinarias. De hecho el autor se siente orgulloso de ello, y por eso me repatea, quería pasar a la historia anotado entre comillas y lo va a conseguir... pero no de mí.
No tengo clara la puntuación. Creo que deberé desglosarla en parciales y obtener un promedio, igual hasta aprueba, pero eso no siempre significa que merezca alta nota. Obviamente está sobrevalorada. Escribiré una entrada completa para ofrecer más argumentos y ganarme más fama de disconforme y conflictivo.
Continuará... Faltan: "Solaris" de Stanislav Lem (sin quererlo, una obra maestra); "Calle de las Tiendas Oscuras" de Patrick Modiano (la búsqueda sin final ni respuesta); "Formas breves" de Ricardo Piglia (una recopilación bien pensada y documentada, sobre que es y como se escribe).
Benigno F.
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