Uno no sabe como se mete en estos líos. Yo que sé. Una reseña diciendo que esto es "la respuesta coreana al Señor de los Anillos2 y le pica la curiosidad y como no está caro lo lee.
¿Qué quieren que les diga? Ese comentario es una mentira bien gorda. La novela no está mal, hay imaginación, tiene personajes, ambiente, acción, pero poco más allá. Está bien estructurada, es comprensible (lo cual se agradece después de lo de Erikson), pero ya puestos a comparar y pese a sus éxtasis lisérgicos, el canadiense, en imaginación le da cien vueltas al coreano.
He pasado un buen rato, lo he leído prácticamente en una sentada, pero al acabarlo, me he quedado igual, podría no haberlo leído y no me hubiera perdido nada. Ni siquiera me he quedado con la curiosidad de leer la continuación.
No sé qué es exactamente, pero algo le falta a esta saga. Yo lo llamaría madurez o credibilidad, porque todo el rato he tenido la sensación de estar leyendo un libro para adolescentes. Y no tienen nada de malo los libros para adolescentes, frecuentemente me gustan, especialmente si el autor declara claramente sus intenciones en cuanto al público, pero a este no me despierta ningún tipo de pasión, solo me hace sonar un runrún constante en la cabeza, como cuando estoy a punto de comprar algo a un timador.
Pero no me hagan caso, que yo soy muy raro y tengo especial habilidad para que no me guste lo que triunfa entre el gran público.
Benigno F.
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