Este libro me lo he "merendado" en menos de una semana, y eso que en su edición en papel tiene nada menos que 1200 páginas. No me he dado cuenta de su "grosor" porque lo he leído en versión e-book, sale mucho más barato, pesa menos en las manos y además, probablemente, da menos pereza.
Reconozco que he pasado buenos ratos leyéndolo y que no me ha costado nada, todo ello es bueno y malo a la vez, porque demuestra "ligereza de palabras" en contraste con su número de páginas. Es ligero porque esto no es literatura ni se le aproxima una pizca, es solo un entretenimiento, es como una película o una serie en la que da lo mismo que te levantes un rato para ir al lavabo o te pierdas algún capítulo, luego sigue siendo entretenida y recuperas el hilo con facilidad, pero no aporta nada de peso a tu cultura y mucho menos conocimiento.
No tengo nada en contra de las novelas ligeras, me lo paso muy bien con ellas... a veces. El problema es cuando te enfrentas al botón de comprar la continuación, cosa que iba a hacer de inmediato con mis niveles plasmáticos de glucosa a tope induciendo a la secreción ansiosa de insulina y a una nueva hipoglucemia. Ese es el truco que utilizan todos estos "autores" y que también podemos ver en las series de las plataformas televisivas, sólo estás a un botón de seguir alimentándote con "comida basura" y es difícil resistir la tentación, a un centímetro de la siguiente bolsa de ganchitos. De hecho, en las series ya han suprimido ese botón. Si no haces nada, el siguiente capítulo empieza sin que acabe el "chorreón de letras" y así sigues en el sofá, ausente a la realidad y a todo lo que te rodea, engordando, ignorante. Igual es mejor para no sufrir, no lo sé, pero en el fondo de mi mente algo me dice que no, que no tiene nada que ver con el "beatus ille".
Me he retenido y no he pulsado ese botón de compra, voy a esperar a ver cómo se asienta, si se despierta en mi algún tipo de ansiedad o necesidad (lo dudo) en saber que sucede a esos personajes. Este breve tiempo de reflexión me ha permitido emitir un juicio sumarísimo : Esto es una decalogía (diez libros bien gordos) creada siguiendo una perfecta planificación, respaldada por todo un equipo de directivos, promotores y guionistas, imposible que sea obra de un solo escritor. No me lo creo. Es increíble que alguien de la edad del escritor sea capaz de concebir en solitario y terminar en tan poco tiempo tan enorme obra. Tiene 45 años y su primera obra data de 2005, desde entonces ha escrito unos veinte libros (imagínense el volumen de cada uno de ellos). Esto es una obra de diseño, creada con recortes y repleta de elementos fantásticos y aprovechándose de ello, de la innecesaria falta de explicaciones, te hacen abrir la boca y tragártelo todo porque te hacen pasar el rato.
Está bien vivir otras vidas leyendo, es beneficioso poder pasar el tiempo con entretenimiento, pero el cerebro se alimenta de palabras y me temo que estas están contaminadas por productos adictivos y poco naturales, que no figuran en la etiqueta.
Benigno F.
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