El título hace pensar en novela histórica, la sinopsis en novela policíaca o de misterio, sólo son excusas para meternos en la cabeza de los personajes, porque la novela tiene poca acción y mucho pensamiento. No hay buenos ni malos, solo personas, cada uno con su pequeña historia y sus complejos. Todos ellos examinados al microscopio por la escritora, ninguno queda indemne de ello.
La acción transcurre en una pequeña localidad americana (Carthage) y nos relata la desaparición, probablemente el asesinato, de una joven a manos del ex-novio de su hermana. Un ex-combatiente de la guerra de Irak, que ha vuelto herido y maltrecho. No es el único que tiene maltrecha su vida, todos los personajes tienen algo de ello. La desaparecida es la hija menor de un ex-alcalde y abogado, una joven de personalidad compleja y gran inteligencia.
A partir de este hecho, la escritora teje una trama enorme, se mete dentro de la cabeza de los personajes y por ende en la nuestra. Nos hace pensar sobre un buen número de todos nuestros interrogantes vitales: las relaciones paterno/filiales, las de las amistades, las amorosas, la política, la guerra, la enfermedad, la muerte. Todo ello nos lleva desbocados, nos deja sin aliento y nos hace leer de forma absorbente, no por prisa por conocer el final, porque desde el principio sabemos que no tiene, que es un círculo, como la propia vida, del que es imposible deshacerse.
Una gran novela y una escritora grandiosa que no está ni por modas ni por correcciones. En una época en la que es difícil encontrar buenos referentes, escritores trascendentes, pero no pretenciosos, esta escritora lo es. Lo que hay es lo que hay.
Altamente recomendable.
Benigno F.
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