Muchas ganas le tenía a este libro de esta autora debutante. Buenas críticas, entrevistas lucidas y opiniones con personalidad. Me ha gustado, pero tampoco me ha parecido para echar cohetes.
El libro se inicia lento, incluso un poco repetitivo. La autora va dando vueltas en círculo y relata todo muy en primera persona, siempre adelantada un paso al resto de personajes. Luego levanta más el vuelo, cuando se aleja de lo familiar y entra en lo opinativo, entonces entra mejor lo autobiográfico (porque esto no es una novela, es una autobiografía). Entonces se hace cercano, cuando se suelta la lengua y empieza a meterse en charcos y pisar callos, todo ello con el aval de quien ha dejado demostrado poder hacerlo.
Es claramente un libro primigenio, algo naïf, y (en mi opinión) no muy bien redactado. También un poco repetitivo, seguro que es ex profeso, pero a mi me aburre. Gana por lo sincero, en algunos momentos emocionante y nunca políticamente correcto. Supongo que, aunque somos de una generación diferente, compartimos esa afinidad y orgullo tardío por nuestra familia, esa de la que antes nos hemos avergonzado por ir a una aldea de vacaciones (cuando había vacaciones) y no a un apartamento en la playa. Habrá que verla en otras tareas menos familiares.
Benigno F.
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