Mucha expectación tenía yo con esta novela. Llevaba mucho tiempo apuntada en la lista de lecturas recomendadas. Sabor agridulce al acabarla. El argumento es magnífico, los personajes perfectamente delineados, los ambientes excelentemente documentados y los pensamientos del protagonista desvelados como si leyéramos su diario. ¿Cuál es el problema? La temporalidad, los saltos acción y de escenarios, la extensión, setecientas páginas en las que es muy difícil no meterse en altibajos. En definitiva, muchas irregularidades en la acción dentro de una novela histórica excelentemente documentada.
Los primeros capítulos son como un tiro, sencillamente extraordinarios, te engancha, pero te suelta demasiado pronto, salta de acción y de escenario y sigue a partir de ahí de forma constante, cada vez que te consigue interesar de nuevo gira con demasiada brusquedad.
La escritora sabe su trabajo y lo hace con extraordinaria eficacia, tanta profesionalidad que le falta transmisión de emoción, tensión argumental y le sobran demasiadas palabras.
El tema me interesa, los personajes me atraen, pero dudo que vuelva a intentarlo con cualquiera de las otras dos partes de la (puñetera) trilogía, me lo iré pensando.
Benigno F.
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