Este escritor para mí era totalmente desconocido hasta que un día leí la contraportada de un libro suyo titulado "La promesa de Kamil Modracek". No sé explicar el motivo pero me pareció interesante y lo apunté para un buen día leerlo. No lo pude hacer porque nunca más lo volví a ver, así que cuando encontré éste, casi sin dudarlo me dije: "Para mí".
Mi decisión ha sido muy acertada, me he encontrado con una gran obra y un gran escritor, su prosa es brillante, deliciosa, sin grandes aspavientos, no precisa del barroquismo de otros para emocionarnos. La novela es fantástica y a la vez realista, hay buen humor y al mismo tiempo una inmensa dosis de tristeza. Los pies están mucho por los suelos y también vuelan por lo alto apoyados en el alambre de una funambulista. La acción se desarrolla en dos planos paralelos que nunca coinciden simultáneamente y con diversos narradores, a veces son los propios protagonistas y otras veces un observador lejano, frecuentemente se mezclan en un mismo capítulo diversas visiones, varias estructuras poligonales irregulares que ofrecen los diversos puntos de vista. También hay un gato que habla coincidiendo con "Kafka en la orilla" de Murakami, autor con el que tiene ciertas coincidencias argumentales, pero grandes diferencias estilísticas.
El autor nos habla directamente además de relatarnos la historia y nos deja con frecuencia anonadados degustando sus frases que algunos podrían interpretar como opiniones, otros como directrices o instrucciones necesarias, otras veces son simplemente epístolas. Yo me he limitado a no interpretarlas, únicamente a degustarlas. Volveré a este autor seguramente. Igual algunos se plantean darle uno de eso premios tan preciados.
"Querido Jakube:
Estoy sentado en un camarote que se encuentra en las entrañas de un barco llamado Magallanes. Y este barco está esperando en el muelle de un puerto. Y este puerto está en una ciudad llamada Constanza. Y esta ciudad está en un país llamado Rumanía. Y este país está en Europa, en nuestra desgraciada, bombardeada y asolada Europa, donde unos usurpadores se reemplazan por otros..."
Benigno F.
Mi decisión ha sido muy acertada, me he encontrado con una gran obra y un gran escritor, su prosa es brillante, deliciosa, sin grandes aspavientos, no precisa del barroquismo de otros para emocionarnos. La novela es fantástica y a la vez realista, hay buen humor y al mismo tiempo una inmensa dosis de tristeza. Los pies están mucho por los suelos y también vuelan por lo alto apoyados en el alambre de una funambulista. La acción se desarrolla en dos planos paralelos que nunca coinciden simultáneamente y con diversos narradores, a veces son los propios protagonistas y otras veces un observador lejano, frecuentemente se mezclan en un mismo capítulo diversas visiones, varias estructuras poligonales irregulares que ofrecen los diversos puntos de vista. También hay un gato que habla coincidiendo con "Kafka en la orilla" de Murakami, autor con el que tiene ciertas coincidencias argumentales, pero grandes diferencias estilísticas.
El autor nos habla directamente además de relatarnos la historia y nos deja con frecuencia anonadados degustando sus frases que algunos podrían interpretar como opiniones, otros como directrices o instrucciones necesarias, otras veces son simplemente epístolas. Yo me he limitado a no interpretarlas, únicamente a degustarlas. Volveré a este autor seguramente. Igual algunos se plantean darle uno de eso premios tan preciados.
"Querido Jakube:
Estoy sentado en un camarote que se encuentra en las entrañas de un barco llamado Magallanes. Y este barco está esperando en el muelle de un puerto. Y este puerto está en una ciudad llamada Constanza. Y esta ciudad está en un país llamado Rumanía. Y este país está en Europa, en nuestra desgraciada, bombardeada y asolada Europa, donde unos usurpadores se reemplazan por otros..."
Benigno F.
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