Leyendo esta novela me he planteado varias preguntas: ¿En qué se basan los escritores noveles cuando escriben novela policíaca/negra? No creo que sea en la experiencia profesional, seguramente será en lo que han leído, en las noticias, en las películas, o sea, más en lo imaginado que en lo vivido. Estudian mucho los escenarios, definen la sinopsis y se inventan situaciones y personajes para encajarlos. Por eso es probable que lo que la mayoría escriba haga sonreir a más de un policía veterano, igual que cuando alguien escribe una novela, una película o una serie sobre médicos en las que la realidad profesional se ve deformada por las exigencias del guión.
¿Es posible que un individuo tan inestable, borracho e indisciplinado como Harry Hole actúe de forma inteligente y congruente y sea un buen profesional? No ¿Si usted fuera el jefe de este individuo lo enviaría a colaborar en la investigación de un homicidio al extranjero? No ¿Las novelas policíacas/negras deben ser creíbles o se aceptan licencias "artísticas" o incluso fantásticas? Sí, pero ¿Cómo puede ser que una novela tan poco consistente venda veinticinco millones de ejemplares? Increíble.
Todo eso me ha dado tiempo a pensar mientras se desarrollaba la acción, como siempre absorbente, con giros argumentales inesperados (¿o increíbles?) protagonizados por un personaje claramente bisoño, dibujado en capítulos casi telegráficos por un escritor todavía buscando su sitio, en los albores de lo que ahora ya es una saga. El cuadro final queda un poco deslavazado, porque el final (sintiéndolo mucho) es malo, circense y exento de credibilidad. Esa credibilidad que van perdiendo los personajes y la historia a medida que se va desarrollando. Igual es que como toda la novela Harry Hole se la pasa con el nombre cambiado (Holy para evitarse las bromas) y en las antípodas, me ha parecido todo desubicado. Por suerte he leído otras novelas del mismo autor que si no se iba directo a la hoguera de los desheredados.
Vamos que si quieres conocer el pasado de este policía borracho, deprimido, enamoradizo y buscabroncas, está novela lo deja bastante aclarado. Como siempre en las historias de etilismo (y en las películas) no tiene mucho interés y es demasiado habitual... La vida que es muy dura "oyes".
En definitiva, historia entretenida si no piensas demasiado, pero repleta de incoherencias en las situaciones, explicaciones y en todos sus personajes que a base de querer hacerlos interesantes, el escritor los deforma tanto que se le va la mano.
Suerte que he dejado de poner puntuaciones y que estaba de oferta.
Benigno F.
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