Este libro me interesaba. Había leído cosas interesantes sobre él, el argumento me parecía atrayente, pero cada vez que lo cogía me pesaba, lo encontraba demasiado grande, en volumen y en precio. Seguramente por eso he esperado a la edición de bolsillo para ponerme con él. Uno no va muy boyante económicamente y no puede permitirse serios dispendios. Por cierto, resulta sorprendente como se "aligeran" estos volúmenes en este tipo de ediciones.
Es un "best seller", eso nadie lo oculta. Forma parte de ese grupo de libros que siempre te recomiendan los que habitualmente no leen al grito de: "Se lee muy fácil y engancha. Te lo digo yo que no suelo leer." Probablemente la peor recomendación para un libro pero...
Al autor se le nota que está curtido en la novela negra, en esos productos tipo montaña rusa que te ascienden lentamente al principio y luego te lanzan a una caída vertiginosa. Por eso es muy difícil desprenderse de este libro hasta que uno lo acaba. Se va tan acelerado que es imposible parar.
Pese a esa calificación de "superventas" que podría indicar baja calidad, a mí me ha gustado. Seguramente me han vuelto a engañar con esos decorados ficticios tan perfectos que parecen de verad, hasta que los miras por el dorso y te das cuenta que no hay nada más que cartón o madera, son tan de mentira como la original estafa descrita en la historia. Así que estamos ante un fraude pero que no resulta ser un "tocomocho" cualquiera, la mentira está tan bien construida que parece casi cierta.
Seguramente por eso al acabarlo he tenido esa sensación de que no dejará nada más que una gran sonrisa al recordar lo buen embaucador que es el autor. Pero, al fin y al cabo ¿No es eso lo que pretenden la mayoría de los escritores mostrando un catálogo repleto de productos y abalorios falsos o inventados?
Hay momentos de gran intensidad narrativa y sensitiva, como esas lágrimas vertidas de pronto en una cena (parecidas a las que a veces te asaltan sin motivo en las celebraciones). Esa pena súbita por todos esos jóvenes muertos absurdamente en la guerra o en otras circunstancias a las que te acostumbras cuando te das cuenta de que eso es la vida ... Una mierda. Nada parecido a las películas y a veces similar a algunas novelas, no siempre de las buenas.
Es un "best seller", eso nadie lo oculta. Forma parte de ese grupo de libros que siempre te recomiendan los que habitualmente no leen al grito de: "Se lee muy fácil y engancha. Te lo digo yo que no suelo leer." Probablemente la peor recomendación para un libro pero...
Al autor se le nota que está curtido en la novela negra, en esos productos tipo montaña rusa que te ascienden lentamente al principio y luego te lanzan a una caída vertiginosa. Por eso es muy difícil desprenderse de este libro hasta que uno lo acaba. Se va tan acelerado que es imposible parar.
Pese a esa calificación de "superventas" que podría indicar baja calidad, a mí me ha gustado. Seguramente me han vuelto a engañar con esos decorados ficticios tan perfectos que parecen de verad, hasta que los miras por el dorso y te das cuenta que no hay nada más que cartón o madera, son tan de mentira como la original estafa descrita en la historia. Así que estamos ante un fraude pero que no resulta ser un "tocomocho" cualquiera, la mentira está tan bien construida que parece casi cierta.
Seguramente por eso al acabarlo he tenido esa sensación de que no dejará nada más que una gran sonrisa al recordar lo buen embaucador que es el autor. Pero, al fin y al cabo ¿No es eso lo que pretenden la mayoría de los escritores mostrando un catálogo repleto de productos y abalorios falsos o inventados?
Hay momentos de gran intensidad narrativa y sensitiva, como esas lágrimas vertidas de pronto en una cena (parecidas a las que a veces te asaltan sin motivo en las celebraciones). Esa pena súbita por todos esos jóvenes muertos absurdamente en la guerra o en otras circunstancias a las que te acostumbras cuando te das cuenta de que eso es la vida ... Una mierda. Nada parecido a las películas y a veces similar a algunas novelas, no siempre de las buenas.
Al argumento le falta algo de
sarcasmo, probablemente el autor encontró suficiente con esa mueca
grotesca en que se convierte la cara de uno de los protagonistas. La historia de amor no pinta nada, es un absurdo adorno que no encaja con un protagonista apocado, feo y desastrado.
Con
vergüenza reconozco que me ha gustado y que me he relamido mucho al
final. Al fin y al cabo uno no está libre de pecados que diría Eutiquio.
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