La vida no es simple o por lo menos a mí no me lo parece,
todo tiene un doble o triple sentido. A veces estamos engañados pero no queremos que nos desengañen. A menudo
estamos con los ojos cerrados sin querer abrirlos. Odiamos a quien nos
fuerza a hacerlo, preferimos el mundo a oscuras y sin luces de los
sueños.
Esto es lo que sucede con esta breve historia. El autor como sin proponérselo, utilizando como una excusa una partida en un tablero de cuadrados negros y blancos, nos cuenta una historia escalofriante, de locura, de tortura, de resistencia. Contrapone el talento natural, pero a veces con poco cerebro (casi la fuerza bruta) con la inteligencia, la reflexión y el estudio. Para ello no necesita mucho espacio, la narración es tan breve como una fría sentencia, como los ecos de los disparos o el sonido de una bofetada.
No necesita mensajes sesudos solo explotar el apercibimiento, la intuición del lector. Tiene una idea y la desarrolla en su justa medida. No demuestra ambición económica, tenía pocas o nulas posibilidades de enriquecerse con la literatura. Hoy día la hubieran engordado de forma artificial añadiendo personajes e historias paralelas, diluyendo el mensaje.
Esto es lo que sucede con esta breve historia. El autor como sin proponérselo, utilizando como una excusa una partida en un tablero de cuadrados negros y blancos, nos cuenta una historia escalofriante, de locura, de tortura, de resistencia. Contrapone el talento natural, pero a veces con poco cerebro (casi la fuerza bruta) con la inteligencia, la reflexión y el estudio. Para ello no necesita mucho espacio, la narración es tan breve como una fría sentencia, como los ecos de los disparos o el sonido de una bofetada.
No necesita mensajes sesudos solo explotar el apercibimiento, la intuición del lector. Tiene una idea y la desarrolla en su justa medida. No demuestra ambición económica, tenía pocas o nulas posibilidades de enriquecerse con la literatura. Hoy día la hubieran engordado de forma artificial añadiendo personajes e historias paralelas, diluyendo el mensaje.
En pocas palabras
nos pone en situación lugar y personajes el entorno es sólo atrezzo un
simple decorado. Todo ello suficiente para una historia breve e interesante. No
necesita nada más . No le preocupa alargarlo para que encaje en el
metraje de una película. Nos hace sentir la frialdad del carácter usada para
ocultar la simpleza del jugador, similar a la de los interrogadores, que en los intermedios leen sobre partidas pasadas. Demuestra el nerviosismo de la locura, la desesperación del
preso. Lo fácil que es darse por vencido, confesar una mentira o admitir lo inconfesable, salpicar a otros con la excusa de haber sido delatado, que no siempre es necesaria la violencia física para persuadir al condenado. Al mismo tiempo nos muestra el refugio y la fuerza inconmensurable que esconden las palabras. Lo fácil que es aislarse en el estudio y perderle la medida a un mundo empeñado en alinearnos sólo con una idea, un escudo o un emblema.
Lo mejor: Su brevedad. La precisión con que utiliza una historia para mostrarnos otra. El autor sabe de lo que habla porque lo ha vivido en sus propias carnes.
Una frase: "Lástima -dijo, magnánimo-. La disposición de ataque no estaba nada mal. Para ser un diletante, este señor poseía un talento bien poco común."
Lo peor: El autor se suicidó en 1942, víctima del terror que le producía el triunfo del nazismo. El conocimiento le llevó a la locura.
Puntuación: 8/10
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