El autor viene avalado en mi
imaginario por otra obra suya que leí en tiempos pasados y que me dejó muy buen sabor de boca. Si no
fuera por eso probablemente hubiera menospreciado la ahora analizada. También está refrendado por varios premios como el Nadal y más recientemente el Planeta, pero eso para mí no es garantía de ningún tipo, más bien al contrario. Los premios literarios suelen ser fruto de telefonazos, de méritos chusqueros ("Ahora ya le toca"). Muchas veces no se correlacionan más que con una manera de justificar la entrega del dinero.
Esta novela es la segunda de la serie del sargento de la guardia civil Bevilacqua. Se trata pues de una policíaca en toda regla. Se trata de una obra consistente, bien diseñada. Los personajes tienen apariencia de reales, aunque les faltan detalles personales a los principales. Parece evidente que habrá continuación en la saga, por eso el escritor se los ahorra y va directo a la historia. No pierde el tiempo en prolijas descripciones.
Los diálogos son el principal ingrediente, pero en este caso no me disgusta que sea así porque son coherentes y no tienen otro propósito más allá que el de entretener y, por supuesto, practicar en la técnica narrativa, porque se nota que el escritor es todavía bisoño en eso y para no complicarse la vida se ciñe estrictamente al relato. No pierde el tiempo en historias paralelas o colaterales, ni en incómodos flashbacks. Simplemente quiere distraer de la mejor forma posible, no necesita de trucos, ni abusa de los giros argumentales. Evita lo sentimental, lo erótico, lo heroico, lo político e incluso lo morboso que sólo se insinúa en la primera página del libro. No precisa siquiera del asesino en serie.
La historia es buena, buena intriga, se ha apoyado en algunos hechos reales que han despertado la imaginación del autor, la resolución del caso es excelente y es lo que deja mejor regusto al acabar. Dan ganas de curiosear un poco más en la vida de los protagonistas. Me la he leído en apenas dos días de ocio, más o menos los mismos en que tardaré en olvidarlo.
Esta novela es la segunda de la serie del sargento de la guardia civil Bevilacqua. Se trata pues de una policíaca en toda regla. Se trata de una obra consistente, bien diseñada. Los personajes tienen apariencia de reales, aunque les faltan detalles personales a los principales. Parece evidente que habrá continuación en la saga, por eso el escritor se los ahorra y va directo a la historia. No pierde el tiempo en prolijas descripciones.
Los diálogos son el principal ingrediente, pero en este caso no me disgusta que sea así porque son coherentes y no tienen otro propósito más allá que el de entretener y, por supuesto, practicar en la técnica narrativa, porque se nota que el escritor es todavía bisoño en eso y para no complicarse la vida se ciñe estrictamente al relato. No pierde el tiempo en historias paralelas o colaterales, ni en incómodos flashbacks. Simplemente quiere distraer de la mejor forma posible, no necesita de trucos, ni abusa de los giros argumentales. Evita lo sentimental, lo erótico, lo heroico, lo político e incluso lo morboso que sólo se insinúa en la primera página del libro. No precisa siquiera del asesino en serie.
La historia es buena, buena intriga, se ha apoyado en algunos hechos reales que han despertado la imaginación del autor, la resolución del caso es excelente y es lo que deja mejor regusto al acabar. Dan ganas de curiosear un poco más en la vida de los protagonistas. Me la he leído en apenas dos días de ocio, más o menos los mismos en que tardaré en olvidarlo.
Lo mejor: La buena construcción del relato. Está justificado hasta el título. Buenos cimientos para una saga sencilla y duradera. Recomendable para pasar el rato.
Lo peor: No dejará poso alguno en el futuro. No entiendo a los jurados de los premios. Como es normal tiene su película. No pasa de ser un buen guión cinematográfico.
Puntuación: 6/10
Benigno F.
Lo peor: No dejará poso alguno en el futuro. No entiendo a los jurados de los premios. Como es normal tiene su película. No pasa de ser un buen guión cinematográfico.
Puntuación: 6/10
Benigno F.
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