Anda uno muy perezoso escribiendo que no leyendo, porque tengo cuatro entradas pendientes, muchas ganas de leer pero poca disposición para la escritura. Así que voy a intentar ponerme al día en los próximos días con varias reseñas breves.
Este libro, en el que se basa la conocida y excelente película protagonizada por Paul Newman y dirigida por Scorsese, es la continuación de una obra previa del autor: "El buscavidas" (película protagonizada también por Newman en 1962), escrita con veinticinco años de diferencia. Esos mismo años son los que han pasado en los personajes y se les notan. Eddie Felson (el rápido), antiguo campeón de billar que ha visto como ese éxito fue efímero y todo se ha ido torciendo en su vida, intenta reverdecer laureles y la cosa no le va saliendo muy bien, siempre tropieza, ha ganado peso, perdido vista y solo le queda algo de ambición.
Lo primero que me ha llamado la atención es que el argumento de la película para dar mayor protagonismo al personaje interpretado por Tom Cruise, difiere bastante del de la novela. La vi cuando la estrenaron en 1986 y me gustó mucho, además tiene una excelente banda sonora (Don Henley, Mark Knopfler, Warren Zevon, Robbie Robertson, entre otros), pero la novela la supera con creces lo cinematográfico.
Nuevamente, Tevis nos presenta unos personajes sólidos en un entorno de un juego que no a todos es familiar (yo no tengo apenas idea), con un desarrollo aparentemente sencillo, con gran habilidad consigue envolver al lector en la historia, le hace apasionarse por tanteos, tacos, tapetes y carambolas y todo ello con una prosa sencilla, sin necesidad de piruetas, ni de palabras grandilocuentes, pero lo hace de forma magnífica y usando todas las argucias que permiten los juegos consigue entretener y darle brillo a un relato en el que el héroe tiene los pies llenos de barro.
El autor hace crecer a los personajes frente al lector, siembra las semillas, las va regando con el texto en los inicios, florecen y dan sabrosos frutos en el final al que llegas aplaudiendo la última carambola.
Sigo pensando que este escritor merecería mayor reconocimiento y probablemente lo hubiera conseguido, pero falleció relativamente joven, dejando un puñado de libros a los que, me siento incapaz de encontrarles pegas. Les dejo con la maravillosa "Werewolves in London" de Warren Zevon de la banda sonora de la película.
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