Algo decepcionado me ha dejado este final de la saga de Fonda Lee. Le falta la acción trepidante de sus primeras entregas, le sobran relleno y escenarios y, sobre todo, sentimentalismo. A la autora parece que se le acumulaban un montón de ideas para varias continuaciones y las ha acumulado todas en una sola novela y eso afecta seriamente el resultado.
Está claro que esta novela es de puro entretenimiento, pero en esta última obra falta imaginación, y le sobran escenas y abundan los giros de argumento cuando empieza a decaer la acción y el lector está al borde del bostezo. Se deja leer, entretiene y sigue transportando a un mundo imaginativo interesante, pero los defectos señalados la convierten en un producto de serie B o para adolescentes sobrados de hormonas y obsesionados con los juegos de ordenador de artes marciales.
El final es francamente flojo o por lo menos a mí no me ha convencido nada. Una lástima porque las anteriores entregas, sin llegar a la excelencia, eran más que aceptables.
Benigno F.
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