Un aviso para navegantes: si os dicen que este libro es "suspense oscuro hasta el final bajo la claridad de las nieves" o que "Puede compararse a D'Andrea con Stephen King y Jo Nesbo sin miedo a exagerar". Estad totalmente seguros de que os están engañando, todo esto es como esas obras de arte modernas en las que el artista exhibe cualquier tontería y nadie se atreve a decir que eso no tiene nada interesante. Pues esta novela es así, no contiene nada interesante.
Llevaba setenta páginas y no había pasado absolutamente nada y seguían pasando páginas dando vueltas a lo mismo para llegar a un final que estaba casi cantado. La he acabado solamente para poder maldecir sobre ella.
El que escribe (me niego a llamarle escritor) no tiene ni idea. El argumento es peor que el de muchas telenovelas, constantemente te va diciendo que en breve te contará algo muy interesante, pero no te lo cuenta. El suspense, la intriga solo es una suposición durante toda la novela.
Un montón de páginas sirven para ponernos en situación. Lo que hace y relata el personaje principal no responde a ningún perfil psicológico definido, de hecho no tiene ni gota de sustancia como persona. El resto de personajes (incluido el maligno) son solo figurantes dentro de un buen decorado (los Dolomitas). Todo ello conforma un subproducto sólo comparable a los de Dolores Redondo o Víctor del Árbol.
Lo de contar las letras o decir las cosas con una letra es de lo más infantil que he leído nunca. Todo ello solo intentando llenar y llenar páginas, todo es relleno, engorde indecente para venderte una boñiga blanda y pestosa.
Simplemente, no se gasten el dinero en ello. Yo lo he hecho y por eso me atrevo a decir lo que pienso.
Benigno F.
Llevaba setenta páginas y no había pasado absolutamente nada y seguían pasando páginas dando vueltas a lo mismo para llegar a un final que estaba casi cantado. La he acabado solamente para poder maldecir sobre ella.
El que escribe (me niego a llamarle escritor) no tiene ni idea. El argumento es peor que el de muchas telenovelas, constantemente te va diciendo que en breve te contará algo muy interesante, pero no te lo cuenta. El suspense, la intriga solo es una suposición durante toda la novela.
Un montón de páginas sirven para ponernos en situación. Lo que hace y relata el personaje principal no responde a ningún perfil psicológico definido, de hecho no tiene ni gota de sustancia como persona. El resto de personajes (incluido el maligno) son solo figurantes dentro de un buen decorado (los Dolomitas). Todo ello conforma un subproducto sólo comparable a los de Dolores Redondo o Víctor del Árbol.
Lo de contar las letras o decir las cosas con una letra es de lo más infantil que he leído nunca. Todo ello solo intentando llenar y llenar páginas, todo es relleno, engorde indecente para venderte una boñiga blanda y pestosa.
Simplemente, no se gasten el dinero en ello. Yo lo he hecho y por eso me atrevo a decir lo que pienso.
Benigno F.
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