Sigo con Jo Nesbø y su personaje estrella Harry Hole. La verdad es que a medida que avanzo en sus historias tengo la sensación de que van mejorando... Las historias, no los personajes, éstos quedan estancados en territorios conocidos, en realidad solo algunos pocos detalles de las personalidades están dibujados con breves pinceladas, porque los personajes en estas historias son siempre secundarios, lo importante es la trama y si no te pones a juzgar nada más, el argumento tiene todos los ingredientes necesarios para disfrutar un buen rato. Ahora bien, no te pongas a indagar nada detrás de los decorados porque no queda casi nada salvo la descripción (supongo que adecuada) de las calles de Oslo. Se supone que el autor las conoce bien y eso no me atrevo a criticarlo.
Le tenía ganas a esta quinta novela, especialmente porque a uno le entra la vena justiciera y cuesta aceptar que un malvado no reciba su justo castigo. Finalmente en esta novela esa pena tiene lugar y asistimos a su ejecución casi extasiados, pero al final nos queda un cierto sabor agridulce porque siguen quedando algunos flecos incómodos que nos pretenden obligar a seguir investigando o leyendo los siguientes volúmenes del mismo autor y con los mismos protagonistas.
De hecho si bien se cierran los elementos policíacos y de intriga, persisten los enigmas personales y de esos son de los que se sirve el escritor para intentar mantenernos enganchados. Es curioso como nos hacemos adictos a un personaje tan poco consistente como es Harry Hole, con tantos problemas como éste, tantos problemas que parece imposible que sea capaz de resolver algo con inteligencia y mucho menos con el uso de la fuerza. Seguramente es por un afán de redención, por ese cariño que se les coge a los perdedores que siempre vienen relacionados con los cuentos de princesas y esos finales llenos de banquetes con perdices.
En definitiva, una obra que desde el punto de vista literario deja bastante que desear pero como herramienta de entretenimiento cumple con creces las expectativas. Se disfruta, engancha y deja buen sabor de boca, al poco todo queda olvidado.
Benigno F.
Le tenía ganas a esta quinta novela, especialmente porque a uno le entra la vena justiciera y cuesta aceptar que un malvado no reciba su justo castigo. Finalmente en esta novela esa pena tiene lugar y asistimos a su ejecución casi extasiados, pero al final nos queda un cierto sabor agridulce porque siguen quedando algunos flecos incómodos que nos pretenden obligar a seguir investigando o leyendo los siguientes volúmenes del mismo autor y con los mismos protagonistas.
De hecho si bien se cierran los elementos policíacos y de intriga, persisten los enigmas personales y de esos son de los que se sirve el escritor para intentar mantenernos enganchados. Es curioso como nos hacemos adictos a un personaje tan poco consistente como es Harry Hole, con tantos problemas como éste, tantos problemas que parece imposible que sea capaz de resolver algo con inteligencia y mucho menos con el uso de la fuerza. Seguramente es por un afán de redención, por ese cariño que se les coge a los perdedores que siempre vienen relacionados con los cuentos de princesas y esos finales llenos de banquetes con perdices.
En definitiva, una obra que desde el punto de vista literario deja bastante que desear pero como herramienta de entretenimiento cumple con creces las expectativas. Se disfruta, engancha y deja buen sabor de boca, al poco todo queda olvidado.
Benigno F.
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