Dije que lo iba a leer y lo he intentado. Lo he tenido en mis manos y he dudado al ver el precio, por eso me he puesto a leer algunas partes. Ya sabéis, en las librerías ahora puedes sentarte un rato y leer un libro, algunos creo que los leen enteros. Llegan, se sientan como si fuera una biblioteca y así deciden si vale la pena.
El primer capítulo (por llamarlo de alguna manera) se compone de frases sueltas, todas perfectamente estudiadas para que parezcan relevantes. Esas frases adornan una supuesta historia, digo supuesta porque el relator constantemente dice que luego nos contará algo y lo va haciendo a medias. Eso se repite varias veces. Debe creer que así crea un clima de suspense. Yo lo veo sencillamente ridículo, incluso infantil.
Finalmente lo dejé tras hojearlo un poco más, leer algunos párrafos comprobar que seguía en la misma línea, que intercalaba hojas impresas como si fueran manuscritas por otra persona supongo que para no aburrir mucho más al personal (darle giros inesperados dicen sus admiradores).
Hoy me he hecho con tres capítulos de muestra. Confirmo mis sospechas: frases cortas, letra grande, una historia que cabría en poco espacio, apenas unas páginas, pero si vas repitiendo y repitiendo puede hacerse eterna (De hecho el autor tiene el "mérito" de referirse, "conectar con" dicen sus admiradores, a otras obras propias). Todo ello a mí no me parece más que bulto para justificar los euros que cuesta.
¿Y qué cuenta? ... Nada. Que está en una bañera mirando el lago Como mientras llueve a mares y este parece un tal a punto de desbordarse. Que su madre murió de cáncer (tras dejarle unas palabras sobre pozos que pretendían ser una parábola de la vida) y su padre ha muerto hace poco, lo lleva mal parece ser y piensa en todo lo que debía haber dicho a su padre y se quedó en el tintero, pero mientras, nos cuenta la historia de su padre buscador de niños y sus peripecias (esa es la novela) y de vez en cuando habla de la epigenética (el narrador parece ser que es médico pero de un tipo especial) e intercala frases de películas y citas de otros autores, nos habla de canciones y así parece que aprendemos cosas nuevas. Lo dicho mucho adorno y mucha caja para luego un regalo que se me antoja va a ser pequeño.
No he seguido más. Lo siento por él y por todos los "atormentados" como él que se consuelan leyendo estas cosas. Yo no puedo y me sabe muy mal, pero no me trago esta píldora, y me fastidia porque no puedo compartir con sus miles de seguidores ese entusiasmo por esas historias (tristes) que les dan escalofríos, que les elevan la moral, que les hacen ver la vida de una forma más real y afrontarla con mayor aplomo, que les permiten entender sus coordenadas vitales e incluso trazarlas, en definitiva no puedo aprender esa vía para la felicidad, pero no puedo (me niego) formar parte de esa parroquia. Yo casi preferiría ir a la iglesia o leer la Biblia (incluso).
Lo dicho, no cumplo mi promesa. No pienso leerlo. Considero que hay muy poco espíritu crítico, muchas personas infelices y muchos listillos dispuestos a aprovecharse de ellas y mi tiempo es limitado y prefiero dedicarlo a otros menesteres. De todo el libro sólo me creo que el autor ha estado en ese hotel junto al lago de Como metido en la bañera oyendo música italiana y eso la mayoría de los comunes que lo leen no lo han hecho ni lo podrán hacer en su vida.
Benigno F.
El primer capítulo (por llamarlo de alguna manera) se compone de frases sueltas, todas perfectamente estudiadas para que parezcan relevantes. Esas frases adornan una supuesta historia, digo supuesta porque el relator constantemente dice que luego nos contará algo y lo va haciendo a medias. Eso se repite varias veces. Debe creer que así crea un clima de suspense. Yo lo veo sencillamente ridículo, incluso infantil.
Finalmente lo dejé tras hojearlo un poco más, leer algunos párrafos comprobar que seguía en la misma línea, que intercalaba hojas impresas como si fueran manuscritas por otra persona supongo que para no aburrir mucho más al personal (darle giros inesperados dicen sus admiradores).
Hoy me he hecho con tres capítulos de muestra. Confirmo mis sospechas: frases cortas, letra grande, una historia que cabría en poco espacio, apenas unas páginas, pero si vas repitiendo y repitiendo puede hacerse eterna (De hecho el autor tiene el "mérito" de referirse, "conectar con" dicen sus admiradores, a otras obras propias). Todo ello a mí no me parece más que bulto para justificar los euros que cuesta.
¿Y qué cuenta? ... Nada. Que está en una bañera mirando el lago Como mientras llueve a mares y este parece un tal a punto de desbordarse. Que su madre murió de cáncer (tras dejarle unas palabras sobre pozos que pretendían ser una parábola de la vida) y su padre ha muerto hace poco, lo lleva mal parece ser y piensa en todo lo que debía haber dicho a su padre y se quedó en el tintero, pero mientras, nos cuenta la historia de su padre buscador de niños y sus peripecias (esa es la novela) y de vez en cuando habla de la epigenética (el narrador parece ser que es médico pero de un tipo especial) e intercala frases de películas y citas de otros autores, nos habla de canciones y así parece que aprendemos cosas nuevas. Lo dicho mucho adorno y mucha caja para luego un regalo que se me antoja va a ser pequeño.
No he seguido más. Lo siento por él y por todos los "atormentados" como él que se consuelan leyendo estas cosas. Yo no puedo y me sabe muy mal, pero no me trago esta píldora, y me fastidia porque no puedo compartir con sus miles de seguidores ese entusiasmo por esas historias (tristes) que les dan escalofríos, que les elevan la moral, que les hacen ver la vida de una forma más real y afrontarla con mayor aplomo, que les permiten entender sus coordenadas vitales e incluso trazarlas, en definitiva no puedo aprender esa vía para la felicidad, pero no puedo (me niego) formar parte de esa parroquia. Yo casi preferiría ir a la iglesia o leer la Biblia (incluso).
Lo dicho, no cumplo mi promesa. No pienso leerlo. Considero que hay muy poco espíritu crítico, muchas personas infelices y muchos listillos dispuestos a aprovecharse de ellas y mi tiempo es limitado y prefiero dedicarlo a otros menesteres. De todo el libro sólo me creo que el autor ha estado en ese hotel junto al lago de Como metido en la bañera oyendo música italiana y eso la mayoría de los comunes que lo leen no lo han hecho ni lo podrán hacer en su vida.
Benigno F.
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