Observo como cada vez con mayor frecuencia muchas personas (mayoritariamente mujeres) llevan de forma rutinaria dos bolsos. Me entra la curiosidad por saber los motivos porque a simple vista le veo muchos inconvenientes. ¿Son realmente necesarios? ¿Tienen que cargar obligatoriamente con tantos objetos como para necesitar dos receptáculos para ellos?
Supongo que me llama la atención porque tengo tendencia a llevar todo en los bolsillos permitiendo que protuyan de forma exagerada y poco elegante de la superficie del cuerpo. Supongo que muchos de estos "bihandbaggers" lo hacen por motivos estéticos. Probablemente intenten evitar que se les deforme el cuerpo de esos vestidos ajustados y con pocos bolsillos que se llevan ahora siguiendo la dictadura de poderes fácticos ocultos que mandan sobre las figuras, vestidos, bolsos y tamaño, número y capacidad de los bolsillos (sobre todo sobre estos últimos).
Muchas veces el segundo bolso es una fiambrera de esas modernas que a mi me parecen superhorteras. Otras simplemente acarrean la mochila del colegio de un hijo que yace extenuadísimo sobre dos asientos (por supuesto con los pies sobre ellos). Ocasionalmente es una bolsa que lleva estampada una marca comercial o de una tienda de alta costura, en la que es evidente que estas personas, que se pasean en transporte público, es poco probable que hayan comprado en su vida. A veces esa bolsa es de una simple cadena de perfumerías conteniendo un mini bocadillo.
Algunas viajan con el bolso y un gran casco de moto para cuando vengan a recogerlas, es la demostración a las claras de que tienen pareja, un símbolo claro para que no te les acerques si no te las quieres ver con el de la moto. También es frecuente la bolsa de deporte con todo lo necesario para acudir al gimnasio a la clase de "Zumba" o "Pilates", en éstas es frecuente que vaya acompañada de otra que contiene una gran botella de agua para beberse esos varios litros que parecen ser necesarios para mantener impecable el estado de forma o la salud y de la que beben a morro en público, sin ningún tipo de vergüenza.
En raras ocasiones (sobre todo por la noche) se visten con bolsito y bolsa que contiene unos zapatos de enormes tacones para cambiarse al llegar a una fiesta. Una demostración de que dichos borceguíes sólo son útiles como adorno y caminar con ellos es toda una heroicidad.
Las de pinta alternativa suelen llevar mochila en la espalda y bolsa de un supermercado con contenido incierto. En ocasiones ésta última es sustituida por una preciosa mochila portabebés comprada al módico precio de 150 euros en El Corte Inglés. Seguro que tienen un nombre superchulo en inglés para denominarlas. Vienen con todo tipo de accesorios como el estupendo babero al precio de 14 euros.
Pienso que todo eso que acarreamos hoy día es antinatural, seguramente innecesario, sólo son pesos y cadenas con las que nos esclavizan en este supuesto mundo moderno, víctima del progreso. En el caso de las mujeres han sustituido con bonitos bolsos, esos fardos antiguos de paja, cubo lleno de agua o ropa para lavar o recién lavada, que antes llevaban sobre la cabeza para tener libres las manos para agarrar a un niño o la botella de leche o la vara para azuzar a las reses.
Y es que ya lo decía Esopo: Todos los seres humanos nacemos con dos bolsos, uno al frente y otro a la espalda. En el ventral, bien visibles todos los defectos y errores de los demás y el sostenido en el dorso con nuestras propias faltas y defectos.
Benigno F.
Supongo que me llama la atención porque tengo tendencia a llevar todo en los bolsillos permitiendo que protuyan de forma exagerada y poco elegante de la superficie del cuerpo. Supongo que muchos de estos "bihandbaggers" lo hacen por motivos estéticos. Probablemente intenten evitar que se les deforme el cuerpo de esos vestidos ajustados y con pocos bolsillos que se llevan ahora siguiendo la dictadura de poderes fácticos ocultos que mandan sobre las figuras, vestidos, bolsos y tamaño, número y capacidad de los bolsillos (sobre todo sobre estos últimos).
Muchas veces el segundo bolso es una fiambrera de esas modernas que a mi me parecen superhorteras. Otras simplemente acarrean la mochila del colegio de un hijo que yace extenuadísimo sobre dos asientos (por supuesto con los pies sobre ellos). Ocasionalmente es una bolsa que lleva estampada una marca comercial o de una tienda de alta costura, en la que es evidente que estas personas, que se pasean en transporte público, es poco probable que hayan comprado en su vida. A veces esa bolsa es de una simple cadena de perfumerías conteniendo un mini bocadillo.
Algunas viajan con el bolso y un gran casco de moto para cuando vengan a recogerlas, es la demostración a las claras de que tienen pareja, un símbolo claro para que no te les acerques si no te las quieres ver con el de la moto. También es frecuente la bolsa de deporte con todo lo necesario para acudir al gimnasio a la clase de "Zumba" o "Pilates", en éstas es frecuente que vaya acompañada de otra que contiene una gran botella de agua para beberse esos varios litros que parecen ser necesarios para mantener impecable el estado de forma o la salud y de la que beben a morro en público, sin ningún tipo de vergüenza.
En raras ocasiones (sobre todo por la noche) se visten con bolsito y bolsa que contiene unos zapatos de enormes tacones para cambiarse al llegar a una fiesta. Una demostración de que dichos borceguíes sólo son útiles como adorno y caminar con ellos es toda una heroicidad.
Las de pinta alternativa suelen llevar mochila en la espalda y bolsa de un supermercado con contenido incierto. En ocasiones ésta última es sustituida por una preciosa mochila portabebés comprada al módico precio de 150 euros en El Corte Inglés. Seguro que tienen un nombre superchulo en inglés para denominarlas. Vienen con todo tipo de accesorios como el estupendo babero al precio de 14 euros.
Pienso que todo eso que acarreamos hoy día es antinatural, seguramente innecesario, sólo son pesos y cadenas con las que nos esclavizan en este supuesto mundo moderno, víctima del progreso. En el caso de las mujeres han sustituido con bonitos bolsos, esos fardos antiguos de paja, cubo lleno de agua o ropa para lavar o recién lavada, que antes llevaban sobre la cabeza para tener libres las manos para agarrar a un niño o la botella de leche o la vara para azuzar a las reses.
Y es que ya lo decía Esopo: Todos los seres humanos nacemos con dos bolsos, uno al frente y otro a la espalda. En el ventral, bien visibles todos los defectos y errores de los demás y el sostenido en el dorso con nuestras propias faltas y defectos.
Benigno F.
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