Periódicamente vuelvo a los libros de John Connolly protagonizados por Charlie Parker y pese a la abundancia de historias, el personaje y sus vicisitudes nunca se agotan.
En este caso, estamos en la undécima entrega (y lleva veintiuno) y constituye una excelente continuación que enlaza a la perfección con sus historias previas. El autor ha ido derivando desde la novela negra puramente detectivesca a la fantástica y esa mezcla, aquí le ha quedado redonda.
La acción se sitúa en Maine tras el hallazgo de un avión estrellado hace años. No hay muertos, ni rastros de sus pasajeros, tampoco está registrada la desaparición. A partir de ahí, el autor crea una trama detectivesca y fantástica que me ha parecido una de las mejores hiladas de toda la colección, especialmente porque resulta convincente y coherente con todo lo que ha publicado previamente.
Por supuesto, aparecen los acompañantes habituales de Parker, y algunos "malvados" que conocemos de obras previas como "el Coleccionista". Obviamente, si el lector no ha tenido contacto previo con las novelas de Connolly, se va a despistar dentro de este mundo por falta de antecedentes. De hecho, el autor da por supuesto que ya las has leído. No le critico por ello porque estoy de acuerdo con él en que, si hay una saga de novelas, es un poco absurdo ponerse a leerla sin referencias previas,
El final deja abiertos nuevos caminos y está diseñado para dejar al lector con ganas de seguir con la serie. Me tomaré un breve respiro, pero en cuanto pueda, volveré con ella.
Benigno F.
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