La historia, esa que tarda más de medio libro en coger vuelo después de tanta introducción, tiene su qué, es original aunque siempre está en la periferia, porque no es más que una corta historieta que sirve como excusa por exponer los planos de la futura obra. A mí todo eso no me ha gustado. Tampoco le acabo de ver ningún atractivo a ninguno de los personajes, ni le veo el sentido del humor, ni la ironía o sarcasmo que algunos han alabado. Después de aburrirnos con toda la serie de detalles nimios, dejando al lector atónito, con cara de no entender nada, al autor le da por ir a saltos (en esa fase he tenido la tentación de cerrarlo definitivamente). Será que soy tonto, que no presto atención a los detalles, que no los valoro, pero a mí todo esto no me va nada.
Vamos, que nadie se espere una de espías tipo Le Carré (tampoco el autor lo pretende, dan sudores fríos solo de pensarlo) sino más bien una "novelita" de Clark Carrados o Silver Kane en la que la trepidante historia se aumenta con un montón innecesario de detalles descriptivos de edificios, de bares y calles, con varios capítulos aburridos sobre los diferentes participantes, todo ello, al final, cuando llega el desenlace, lo has olvidado. No ha servido para nada mas que para aumentar los ingresos del autor, de los editores y los libreros.
Me lo hubiera pasado muy bien con 150 páginas menos (tiene casi 400). Tendrá que prometer mucho en las siguientes entregas para volver a intentarlo.
Benigno F.
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