Bueno, al fin he acabado esta interminable saga y la finalizo con un sabor más amargo que dulce. Seguramente echaré de menos por unos días a algunos personajes, aquellos más perfilados, con mayor continuidad y más dotados de épica. Pero reconozco que la he finalizado solo por orgullo, por intentar entender al final de qué iba todo esto. La saga resulta excesiva, delirante, muy difícil de seguir, con cientos (igual son miles) de personajes, demasiados nombres parecidos, demasiadas frases trascendentes y pensamientos rebuscados de personajes secundarios. El autor, por momentos, nos larga una moralina absolutamente innecesaria, intenta de forma constante soltar frases lapidarias que, al final, solo son de esas vacías que sirven para adornar tazas de regalo. En definitiva, demasiado largo todo, mucho relleno innecesario. Las descripciones son excesivas, frecuentemente incomprensibles. Los escenarios simultáneos están mal separados. El autor salta de un personaje a otro y de escenario si
Entusiasmado andaba yo con la obra del británico después de "Los héroes" y me decidí a iniciar esta nueva trilogía de "La era de la locura" que se desarrolla en los mismos escenarios que la "Primera Ley" y con personajes recuperados de la misma, pasados unos cuantos años. De hecho, los personajes principales son descendientes de los que protagonizaban aquella. Una vez finalizada esta primera parte, me ha quedado un regusto amargo. Esperaba más, me he dejado llevar por la pasión y, pasa lo que pasa, altas expectativas y la cosa no va más allá de una obra correcta. No obstante, sigo pensando que Abercrombie es de lo mejorcito con lo que me he topado últimamente, No se anda por las ramas, no pretende en exceso dar lecciones filosóficas, se enrolla lo mínimo y va directo a lo que interesa. Quizás lo que le falta a esta primera parte es un poco de fuerza, un poco de empuje para aumentar las expectativas del lector. La trama apenas queda esbozada, los person