Ir al contenido principal

Cabalgatas de regalos y cuchillos de doble filo

"Pensar en exceso suele aumentar la incertidumbre"

Se está preparando la llegada de los Reyes Magos, esos sujetos míticos que nos visitan una vez al año. Y se montan trenecitos de barrio para que se suban los niños, y cobertizos sobre los que se refugian los pajes, incluso buzones donde depositar las cartas que luego son puntualmente recogidas por los empleados de Correos y, en un magnífico detalle, son contestadas sistemáticamente a los remitentes. Para mí un hecho emocionante y no suficientemente nombrado.

Y los padres llevan a sus hijos a esos ferrocarriles sin raíles y se encuentran con una cola kilométrica y se les pone cara de croissant revenido y los niños esperan con cara de resignados o saltando y gritando. Los varones aguantan lo más estoicamente que pueden el envite, las madres sonríen teatralmente como si lo que fuera a acontecer fuera cierto e irrepetible, algunas sobreactúan de forma evidente. Mientras, a los pajes se les ven los tejanos bajo las capas, o salen a fumar un cigarro mientras solicitan paciencia y los niños (que la mayoría no saben escribir) sostienen cartas redactadas por sus padres. Muchos chavales empiezan a estar un poco cansados después del "Tió" y de "Papa Noel" y les cuesta mucho a algunos no revelar su aburrimiento a los adultos, se sienten incapaces de desilusionarlos. Otros, los más malvados, susurran al oído de los más cándidos verdades incontestables y evidentes que éstos se niegan a aceptar y que casi nunca son admitidas inicialmente por los ancestros.

Y todos los años hay niños que pierden la inocencia por estas fechas, que a su vez son sustituidos por nuevos ingenuos y, adultos que, para desquitarse de esa estocada antigua y traicionera, siguen colaborando en sustentar y engordar estas tradiciones de excesivos regalos. Y a mí se me ocurren muchas propuestas alternativas como por ejemplo escribir la carta ofreciendo nuestros regalos en lugar de solicitarlos. En definitiva darle la vuelta al filo de esa tramposa navaja y cortar para otro lado.

Este año me toca otra vez carbón.

Benigno F.

PD: Estos días hay muchas personas que escriben cartas. Están llenas de buenos propósitos y peticiones. Algunos piden rectificar proyectos de leyes, suprimir gobiernos y gobernantes, eliminar hojas afiladas sobre muros fronterizos, reclaman libertad de expresión, de decisión y de movimiento. Esos mismos revuelven el pelo de la cabeza de sus hijos, los llevan a esas horrorosas cabalgatas multitudinarias, les dan sus "smartphones" para mantenerlos entretenidos y a la vez reclaman que los defiendan de la delincuencia, que consideren sus diferencias, disponer de energía a raudales y a la vez ahorrarla y sobre todo que sus hijos tengan de todo y sean sanos. Muchos (yo me incluyo) deberíamos recordar que las buenas palabras son mágicas y pueden dar regalos o sentencias, dar alegría y tristeza, salvar vidas y a la vez quitarlas.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Criticar, Opinar y Juzgar

crítico , ca . ( Del lat. critĭcus, y este del gr. κριτικός). 1. adj. Perteneciente o relativo a la crítica. 2. adj. Perteneciente o relativo a la crisis. 3. adj. Se dice del estado, momento, punto, etc., en que esta se produce. 4. adj. Dicho del tiempo, de un punto, de una ocasión, etc.: Más oportunos, o que deben aprovecharse o atenderse. 5. adj. Fís. Se dice de las condiciones a partir de las cuales se inicia una reacción nuclear en cadena. 6. m. y f. Persona que ejerce la crítica. 7. m. y f. coloq. Persona que habla culto, con afectación. 8. f. Examen y juicio acerca de alguien o algo y, en particular, el que se expresa públicamente sobre un espectáculo, un libro, una obra artística, etc. 9. f. Conjunto de los juicios públicos sobre una obra, un concierto, un espectáculo, etc. 10. f. Conjunto de las personas que, con una misma especialización, ejercen la crítica en los medios de difusión. Al estreno de e

La Saga de Krosann - Sam Feuerbach

    Esta es una de esas sagas interminables de literatura fantástica por un autor desconocido. Se trata de  literatura sin complicaciones: principios simples, héroes y villanos, poderes mágicos. Ingredientes básicos, pero mezclados en buenas proporciones y por eso entretiene y engancha. No te complica la vida con numerosos personajes, razas y escenarios. Va directo al meollo y apenas hay pausas, ni alargadas e innecesarias descripciones de antecedentes y paisajes. Me faltaban algunos libros para rematarla (eso pensaba) y por eso he ido esperando y dejando esta entrada en borradores, esperaba que "La lanza del alma" (el cuarto) fuera el último de la serie y no ha sido así. Eso me ha dejado un poco decepcionado, pero con ganas de más. Supongo que como ahora tengo tiempo sobrado, no me importa perderlo con estas obras de puro entretenimiento. Tampoco voy a perderlo escribiendo más sobre ello porque, al fin y al cabo, esto es literatura para jóvenes, para engancharlos a la lectur

Cadáveres en la playa - Ramiro Pinilla

Está es aparentemente una novela sencilla. Se lee en un suspiro, a muchos les parecerá con poca sustancia, pocas páginas, una más de detectives y sin mucho glamour porque no es americana. Otro español metido a imitador de Hammett o de Chandler. Pinilla es sencillo y dice las cosas con claridad, con tanta claridad y facilidad que las importantes pueden incluso pasar desapercibidas en medio de la labor investigadora. De hecho, en un análisis superficial, nos encontramos ante una simple novela, otra más de una saga detectivesca, en este caso de Samuel Esparza, el alter ego de un vendedor de libros y escritor vasco. Un simple ejercicio del escritor para llenar el tiempo entre grandes proyectos. Aún así, sin profundizar, es una magnífica obra que en otro ambiente u otro país hubiera vendido a espuertas, guión peliculero en Hollywood o serie televisiva. A nada de ello ha dado tiempo porque Pinilla sólo escribió tres y nos dejó después de ello. La novela, como todas las de Pinilla, est