En esta primera semana del año he finalizado la trilogía "La era de la locura" de Abercrombie. Después de la ligera decepción que tuve con la primera parte, he de reconocer que estos dos volúmenes me han satisfecho bastante más que la primera.
El autor demuestra nuevamente gran habilidad en tejer la historia, en dotarla de personajes interesantes y en aportar giros argumentales que mantienen de forma constante la atención del lector. Obviamente, usa trucos ya bien conocidos por los lectores habituales de este escritor, pero sin perder efectividad.
El mundo descrito está en constante convulsión a la búsqueda de un cambio político y social, en "El problema de la paz" por una rebelión encabezada por la nobleza y en la segunda por el pueblo. En esta última con numerosos puntos de contacto con la revolución francesa.
Los personajes evolucionan a lo largo de la historia de forma algo incoherente, cambian de bando, de actitud e incluso de personalidad de una forma algo incómoda. Da la sensación de que Abercrombie no quiere que te hagas partidario de nadie y aunque lo intenta explicar con los acontecimientos, a mi no me acaban de convencer esos bandazos.
Pese a todo, la historia se sostiene bien, las descripciones de las luchas y batallas son de alta calidad y pese a lo abultado de los volúmenes, es difícil leer en diagonal. Tampoco se entretiene mucho en disquisiciones filosóficas o morales y cuando finaliza la novela, permanece la sensación en el lector de querer saber más y eso es muy positivo para este tipo de obras.
El final queda suficientemente abierto para la continuación, así que es de esperar que dentro de algún tiempo tengamos nuevas noticias sobre la Unión, el Norte y especialmente de los magos que en esta obra solo aparecen colateralemente, pero no da la sensación de que renuncien a seguir manejando los hilos.
Benigno F.
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