Aunque parece que este autor aparece por primera vez en el blog, ya fue comentada otra obra suya firmada bajo el seudónimo de Wu Ming: "El ejército de los sonámbulos", que me pareció excelente. En realidad, no es un único escritor, sino varios escritores italianos que, formando una sociedad, escriben a ocho manos esta novela que podríamos calificar como de género "histórico".
La novela ha sido "catada" previamente por mi hermano que leyó encadenadas las dos. Su comentario fue: "Es muy buena, un poco larga, a veces se hace pesada. La otra es mucho mejor". No podría haberlo definido mejor. El fondo histórico es apasionante, algunos momentos del desarrollo argumental son brillantes, pero hay demasiados altibajos, demasiado lenguaje altisonante, exceso epistolar que invita a la lectura diagonal aunque, evidentemente, le da un tono mucho más académico a la narración.
Así que, pese a lo que escriben en el blog "Un libro al día" , la "pura diversión", "Salgari, Walter Scott o Alejandro Dumas" sólo asoman "la patita" por las páginas de vez en cuando, en los momentos en que la narración toma cuerpo de verdad, entre las (para mí) excesivas casi setecientas páginas.
Eso sí, la prosa es cuidada, excelente, la documentación seguramente es magnífica (no tengo ni idea de la realidad de la historia, pero me lo parece), la puesta en escena evocadora y las sensaciones que te inundan varían desde lo escalofriante a lo suave excitación de la incertidumbre antes de entrar en combate.
Igual es sugestión, pero me parece que se nota que intervienen varias "manos" más allá de las diferencias entre los dos narradores que aparecen en paralelo, con la coincidencia de no dejar al lector frecuentemente (casi siempre) con la incógnita de la identidad de los protagonistas que nunca se revela de forma real y directa.
El final es algo decepcionante, plano, le falta el relieve necesario para acabar de redondear la historia o quizás es que es muy coherente con la historia y los autores han preferido dejar al lector con la incógnita.
Benigno F.
La novela ha sido "catada" previamente por mi hermano que leyó encadenadas las dos. Su comentario fue: "Es muy buena, un poco larga, a veces se hace pesada. La otra es mucho mejor". No podría haberlo definido mejor. El fondo histórico es apasionante, algunos momentos del desarrollo argumental son brillantes, pero hay demasiados altibajos, demasiado lenguaje altisonante, exceso epistolar que invita a la lectura diagonal aunque, evidentemente, le da un tono mucho más académico a la narración.
Así que, pese a lo que escriben en el blog "Un libro al día" , la "pura diversión", "Salgari, Walter Scott o Alejandro Dumas" sólo asoman "la patita" por las páginas de vez en cuando, en los momentos en que la narración toma cuerpo de verdad, entre las (para mí) excesivas casi setecientas páginas.
Eso sí, la prosa es cuidada, excelente, la documentación seguramente es magnífica (no tengo ni idea de la realidad de la historia, pero me lo parece), la puesta en escena evocadora y las sensaciones que te inundan varían desde lo escalofriante a lo suave excitación de la incertidumbre antes de entrar en combate.
Igual es sugestión, pero me parece que se nota que intervienen varias "manos" más allá de las diferencias entre los dos narradores que aparecen en paralelo, con la coincidencia de no dejar al lector frecuentemente (casi siempre) con la incógnita de la identidad de los protagonistas que nunca se revela de forma real y directa.
El final es algo decepcionante, plano, le falta el relieve necesario para acabar de redondear la historia o quizás es que es muy coherente con la historia y los autores han preferido dejar al lector con la incógnita.
Benigno F.
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