Ir al contenido principal

Las prosopopeyas tecnológicas



Resulta increíble la facilidad que tienen las personas para abandonar o dejar olvidados objetos (supuestamente) relevantes de su vida y cómo muchas veces estos objetos se pueden llegar a convertir en reliquias de valor incalculable, en incunables desconocidos al perder totalmente su relación con la persona en cuestión. Muchas veces esos objetos revelan identidades de sus propietarios, pero los hemos perdido de vista o, con el paso del tiempo, nadie sabe quién es (era).

En el vestuario del gimnasio (Sí ahora voy a un gimnasio para intentar olvidar mis fracasos ejercitándome o diluyéndolos en el sudor de las carreras) colgada de un perchero hay una chaqueta con una etiqueta identificativa colgada. Fácilmente se puede ver que es una prenda antigua, ajada y no tocada en mucho tiempo (diría que años). Aún así, nadie osa acercarse, recogerla, tirarla, limpiarla o devolverla a su dueño. 

La tarjeta tiene un chip incorporado que seguro es legible en alguno de esos instrumentos modernos mal llamados “lectores”, una prosopopeya muy utilizada hoy en día y que corremos peligro que se transforme en realidad (Véase la película “Her”, por ejemplo). Las máquinas son las que autentifican identidades (entre otras cosas), asumiendo un papel hasta ahora sólo posible para individuos en carne y hueso y no válida para los descarnados sin músculos ni ligamentos. 

Así podríamos crear individuos virtuales capaces de usar múltiples capacidades humanas, leer , escribir, calcular, comprar, ligar, enamorar y hasta pensar, simplemente introduciendo un “chip” en una máquina.  También de esa manera pueden permanecer vivos algunos organismos para seguir cobrando el paro o la nómina o la pensión, incluso sin que nadie actúe como receptor fraudulento de esos emolumentos que se acumulan virtualmente en el banco y nadie se atreve a tocarlos porque ya nadie conoce al destinatario… Igual que esa chaqueta con tarjeta identificativa, con foto y todo. En la que he reconocido a su propietario que hace años no va a ese gimnasio (me lo aseguran fuentes bien informadas), que se dio de baja de un día para otro incapaz de hacer los ejercicios, de seguir el ritmo de todos esos esforzados y bastante desesperado, enfadado e incluso alterado.

Creo que si algún día tengo algo material, lo primero que voy a hacer es dejar a mis herederos una de esas tarjetas y un lector para que puedan ir firmando. Porque hoy en día ya no es personal ni la firma que se estampa con la mano. Pero es el progreso y ya hace tiempo que desaparecieron los sellos y el lacre… Tantos años practicando para firmar libros con un trazo original para nada.

Benigno F.

PD: Antonio Vega sigue firmando maravillosas canciones virtuales desde hace cinco años. No todo tiene que ser quejarse.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Criticar, Opinar y Juzgar

crítico , ca . ( Del lat. critĭcus, y este del gr. κριτικός). 1. adj. Perteneciente o relativo a la crítica. 2. adj. Perteneciente o relativo a la crisis. 3. adj. Se dice del estado, momento, punto, etc., en que esta se produce. 4. adj. Dicho del tiempo, de un punto, de una ocasión, etc.: Más oportunos, o que deben aprovecharse o atenderse. 5. adj. Fís. Se dice de las condiciones a partir de las cuales se inicia una reacción nuclear en cadena. 6. m. y f. Persona que ejerce la crítica. 7. m. y f. coloq. Persona que habla culto, con afectación. 8. f. Examen y juicio acerca de alguien o algo y, en particular, el que se expresa públicamente sobre un espectáculo, un libro, una obra artística, etc. 9. f. Conjunto de los juicios públicos sobre una obra, un concierto, un espectáculo, etc. 10. f. Conjunto de las personas que, con una misma especialización, ejercen la crítica en los medios de difusión. Al estreno de e

El corazón de la fiesta - Gonzalo Torné

  Está claro que mi gusto no coincide con el de los críticos, seguramente es que no tengo ni idea sobre "literatura". Lo mío deben ser las "novelitas", esas que se leen en una tarde de forma ardorosa, llenos de deseo fugaz y que se resuelven de forma rápida y olvidable, pero satisfactoria... Debe ser eso, de lo contrario sería inexplicable que no me haya emocionado ni una brizna con esta novela " caústicamente divertida ", de " proustismo renovado por la tradición fabuladora judía ", " de hilaridad venenosa " y " de una precisión del lenguaje capaz de perforar las capas blandas y duras del compuesto humano ". Pues no, ni es divertida, ni le veo la tradición fabuladora judía (este debía haberse tomado algo al decir eso), ni es hilarante, y no me ha perforado ninguna capa blanda de mi compuesto humano. Igual es que los hilos editoriales y críticos se mueven en unos parámetros que no se alinean en absoluto con los míos (que no ti

Lecturas de Agosto

  Ha pasado el verano y una buena parte de él lo he dedicado a la lectura. Un poco de todo: ciencia ficción, policíaca, novela victoriana. Aquí presento un resumen de mis impresiones. Materia Oscura - Blake Crouch Mucha expectación por esta novela de ciencia ficción en la que se entremezclan la física cuántica y los viajes por el multiverso. La primera parte es excelente pero poco a poco se va haciendo repetitiva en la parte central para volver a elevarse algo hacia el final, aunque la resolución no me ha acabado de convencer. El autor consigue su propósito y nos mantiene encadenados a la historia y a la espera angustiosa de su desenlace. Digna, interesante y olvidable. La serpiente de Essex - Sarah Perry Una vuelta a la derecha al potenciómetro literario con esta novela ambientada a finales del siglo XIX en Inglaterra, en la que se entremezclan historias de amor, supersticiones populares, avances científicos y médicos. He de reconocer que al principio me ha costado y que estuve a punt