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Mostrando entradas de febrero, 2013

La esquina de los descreídos y las miradas espías.

Uno de mis deportes favoritos es espiar a otros. Me subo en el metro o en el autobús y me fijo en alguien, en lo que lleva en la mano, en como viste o como se mueve. Imagino a qué se dedica, en qué piensa en ese momento, a dónde va, si está contento o triste, si tiene pareja, si ese día ha follado (bien o mal). Lo hago para inspirarme, para buscar personajes de mis relatos, para dejar la mente en blanco. A veces se bajan en la misma parada que yo e imagino que les sigo, siguiendo las instrucciones de un secreto encargo ("Este mensaje se autodestruirá en quince segundos"), aunque rápidamente me desvío hacia mi camino, avergonzado de mi descaro. Luego rara vez los vuelvo a ver, pero sus rostros quedan ahí guardados durante tiempo, cubiertos con un velo. Nunca recuerdo de qué los conozco, nunca sé dónde nos hemos encontrado. Esa mala costumbre mia me ha dado alguna mayúscula sorpresa. Como cuando espié a una bella morena de ojos claros y rasgos levemente caucasianos, senta

La soledad del individuo frente a la tecnología

Soy totalmente contrario al progreso, especialmente del progreso mal entendido, del enfocado únicamente a que se enriquezcan los de siempre. Ese que de forma recurrente, desde que el mundo es mundo, se ha dirigido a engañar al descuidado mortal, preocupado por  la muerte, por su falta de pelo, de energía, de dinero, de belleza o de juventud, casi nunca de cultura y menos de sabiduría. La manipulación de las grandes estructuras económicas mundiales ha llegado a límites insospechados. De hecho, empiezo a dudar que estén manejadas por personas de carne y hueso, y sospecho que los directores de los grandes planes universales (que implican ineludiblemente destruir nuestro mundo) son máquinas o seres extraterrestres (sino dioses olímpicos) que actúan con total frialdad e impunidad. Es la única manera de comprender la falta de sentimientos y piedad por el ser humano que demuestran sobre todo los grandes fabricantes de tecnología (y ciencia) que han sustituido a la religión (y por ende a l