No había leído nunca nada de José Saramago, hay quienes lo recomiendan muy seriamente, mientras otros se encogen de hombros, dicen que sí, que escribe bien, pero que abusa de las florituras (que escribe demasiadas palabras para pocas cosas) como esos porteros que hacen estiradas espléndidas a balones facilitos y que de críos llamábamos "palomiteros". Así que tenía curiosidad y un poco de prevención ya que los escritores excesivos me suelen poner nervioso y rápidamente salto párrafos y finalmente bostezo.
Este novela no se ha prestado a ello en exceso. Mucho sueño no da, más bien todo lo contrario, toda la narración está repleta de tensión, de taquicardia, de miedo y de ceguera. La atmósfera se va haciendo progresivamente agobiante, en algunos momentos recrea magníficamente el ambiente de "La carretera" de Cormac McCarthy, tanto que por un momento he pensado que alguno de los dos se ha copiado (Obviamente debe haber sido éste último por cuestión de fechas).
Para postre la novela no tiene capítulos así que te la has de leer sin recobrar el aliento, dejando las andanzas de los protagonistas y sus desgracias (casi siempre lo son) a medias. Por eso te ves obligado constantemente a volver a ella. Por suerte, como el escritor sabe su trabajo, no necesita recurrir a los trucos obvios de otros dedicados a estos menesteres que sólo se interesan en vender. Este mismo argumento en otras manos hubiera supuesto un récord de ventas. Creo que esa no era la intención del autor, de ahí ese nombre de "Ensayo" para una novela. El escritor pretende algo más que ponernos nerviosos y hacernos leer sin descanso, plantea una reflexión social e incluos política, en mi opinión no acaba de conseguirlo pero a veces se acerca a ello.
Los del cine vieron las posibilidades y se pusieron con ello en una cinta denominada "Blindness". No la he visto y las críticas que leo son discordantes, es probable que la película se quedara en la superficie mucho más de lo que hizo el literato en su momento.
Tras acabarlo me he quedado con ganas se leer más obras de Saramago, igual pruebo con la continuación "Ensayo sobre la lucidez". De momento apuntaros esta para ir leyendo.
"Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven".
Benigno F.
Este novela no se ha prestado a ello en exceso. Mucho sueño no da, más bien todo lo contrario, toda la narración está repleta de tensión, de taquicardia, de miedo y de ceguera. La atmósfera se va haciendo progresivamente agobiante, en algunos momentos recrea magníficamente el ambiente de "La carretera" de Cormac McCarthy, tanto que por un momento he pensado que alguno de los dos se ha copiado (Obviamente debe haber sido éste último por cuestión de fechas).
Para postre la novela no tiene capítulos así que te la has de leer sin recobrar el aliento, dejando las andanzas de los protagonistas y sus desgracias (casi siempre lo son) a medias. Por eso te ves obligado constantemente a volver a ella. Por suerte, como el escritor sabe su trabajo, no necesita recurrir a los trucos obvios de otros dedicados a estos menesteres que sólo se interesan en vender. Este mismo argumento en otras manos hubiera supuesto un récord de ventas. Creo que esa no era la intención del autor, de ahí ese nombre de "Ensayo" para una novela. El escritor pretende algo más que ponernos nerviosos y hacernos leer sin descanso, plantea una reflexión social e incluos política, en mi opinión no acaba de conseguirlo pero a veces se acerca a ello.
Los del cine vieron las posibilidades y se pusieron con ello en una cinta denominada "Blindness". No la he visto y las críticas que leo son discordantes, es probable que la película se quedara en la superficie mucho más de lo que hizo el literato en su momento.
Tras acabarlo me he quedado con ganas se leer más obras de Saramago, igual pruebo con la continuación "Ensayo sobre la lucidez". De momento apuntaros esta para ir leyendo.
"Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven".
Benigno F.
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