De obsesiva tengo que calificar la lectura de las dos últimas novelas que componen esta trilogía, a la que le he dado unos meses desde la lectura de la primera hasta hoy. Creo que comenté que la primera no parecía más que una introducción para atraerte a las siguientes y que, aunque me gustó, no había alcanzado las expectativas que tenía. Después de leer las dos siguientes, lo confirmo, la primera novela no es más que una introducción a la segunda que, en mi opinión, es la mejor de las tres. Es la que tiene un ritmo constante, la que explora mejor las posibilidades de los personajes y la que mantiene de forma alineada e interesante varias lineas argumentales. En ningún momento parece excesiva y produce un frenesí lector que aboca necesariamente a la lectura compulsiva de la tercera. En ésta, la autora, pincha de forma estrepitosa el globo, reduce de forma algo cansina el ritmo en el inicio, se empeña en dar datos innecesarios y esto se hace todavía más patente en la s...
Van dos por el precio de una. La primera (tercera de la serie de Eladio Monroy) la leí hace unos meses y se quedó como borrador, porque me pareció el culmen de las historias de este marinero jubilado (con un poco de trampa), metido a detective, y pensé en leer el resto y hacer una reseña coral. Entre ayer por la tarde y esta madrugada (porque me he despertado a las cinco) me he merendado la segunda y , al acabarla, he pensado que, igual que el escritor se tomó cinco años entre la cuarta y la quinta, yo merecía un descanso. Vamos por partes, "Los tipos duros no leen poesía" es excelente, empieza por el final, porque nuesrtro héroe se desangra en un chalet (no me da la gana llamarlo "chalé") y mientras está en ese trance, relata para la posteridad lo sucedido. El caso es bien sencillo, solo se trata de recuperar un objeto apreciado de la casa de la amante de un empresario fallecido, pero las cosas se van enredando y como Monroy se obceca fácil y es un poco (o del to...